MADRID, 4 (EUROPA PRESS)
El catedrático del Departamento de Ciencias de la Computación e Inteligencia Artificial de la Universidad de Granada (UGR), Jesús Alcalá, ha destacado el impulso de la inteligencia artificial (IA) en el abordaje de la obesidad y se ha mostrado a favor de su uso, ya que “los profesionales de la obesidad pueden llevar a cabo análisis más precisos y detallados a partir de los datos heterogéneos y complejos que tienen de sus pacientes, incluso antes de que estos caigan enfermos”.
Durante el XIX Congreso Nacional de la Sociedad Española de Obesidad (SEEDO), varios expertos han coincidido en que la revolución digital, los avances en la biotecnología y el abaratamiento de costes han permitido a los investigadores en obesidad recopilar una gran cantidad de información sobre los hábitos de vida y alimentación de los pacientes. Sin embargo, la cantidad de datos ha llegado a ser “tan grande, heterogénea, compleja y de tan alta dimensionalidad” que “no es posible analizarlos con los métodos informáticos y estadísticos clásicos”.
“Esto ha provocado que en la actualidad la aplicación de las técnicas de inteligencia artificial haya experimentado un notable impulso para abordar la obesidad, debido a su capacidad para obtener de forma automática conocimiento útil, realizar predicciones de elevada precisión y ayudar a la toma de decisiones”, ha afirmado Alcalá.
El resultado de todo esto, en palabras del experto de la Universidad de Granada, es que “ya es posible proporcionar tratamientos más eficaces y personalizados, que ayudan a prevenir enfermedades y tienen un impacto significativo en la salud y el bienestar de las personas”.
Asimismo, el neurólogo y fundador de la empresa Savana, Ignacio Medrano, ha asegurado que “la obesidad no es distinta a cualquiera de las patologías, en el sentido de que genera una gran cantidad de datos clínicos y moleculares”. Según el ponente de la conferencia de clausura del Congreso SEEDO, “los datos son la gasolina que alimenta los algoritmos de aprendizaje automático, que permiten hacer una verdadera medicina de precisión”.
BENEFICIOS Y AMENAZAS
Para los expertos, la IA clínica no es el futuro, sino que forma ya parte del presente. Con más de 150 aprobaciones por la FDA de algoritmos de IA a través de todas las especialidades y con un crecimiento exponencial de artículos en Pubmed usando aprendizaje automático, “su realidad es patente”, ha indicado Medrano, quien reconoce que “ahora es el momento de trabajar en su implementación”. De hecho, para este experto en IA, “actualmente el mayor riesgo es no hacerlo, y quedarnos atrás en relación a países que ya están implementándolo en sus procesos clínicos”.
Según los expertos, se han superado con éxito aspectos como la privacidad de los datos, pero aún se detienen proyectos de IA “por razones incomprensibles, como el miedo a trabajar en la nube”, ha afirmado Ignacio Medrano, que ha admitido que “los profesionales sanitarios estamos preparados para asumir estos recursos, porque la IA no es más que un tipo avanzado de matemáticas apoyadas por computación: nada que no podamos aprender y manejar; y, además, disponemos de guías para la correcta adopción de IA clínica, para la lectura crítica de los modelos y para la validación externa”. Con todo, recomienda “ser muy estrictos con la validación de los algoritmos; y, por ejemplo, la IA generativa (tipo chatGP) es muy difícil de validar”.
Pese a que estas tecnologías ofrecen magníficas oportunidades, “es importante desarrollar sistemas de IA merecedores de confianza”, matiza el Alcalá, “ya que los expertos en obesidad solamente podrán confiar en ellos y aprovechar todos los beneficios que ofrece si tanto esta tecnología como los procesos subyacentes a ella son fiables”.
FIABILIDAD Y CONFIANZA, LAS CLAVES
Por lo tanto, los especialistas entienden que la fiabilidad es el requisito previo para que las personas y sociedades desarrollen, desplieguen y utilicen sistemas de IA. “Si estos sistemas, y las personas que se encuentran detrás de ellos, no demuestran ser merecedores de confianza, pueden producirse consecuencias no deseadas que obstaculicen su adopción, impidiendo el logro de los enormes beneficios económicos y sociales que pueden acarrear”, ha afirmado el catedrático.
En este sentido, la Unión Europea ha presentado un proyecto de ley para la IA y ha establecido unas directrices para promover el desarrollo de una IA fiable que respete los derechos fundamentales, posicionándose como el centro de desarrollo y como líder en el campo de una tecnología ética y de vanguardia. Durante los últimos años, tanto a nivel europeo como nacional, se está realizando un gran esfuerzo para mejorar la gestión y evaluación sanitaria haciendo uso de la IA. Así, con el fin de liberar todo el potencial de los datos sanitarios, la UE ha presentado recientemente un reglamento para crear el Espacio Europeo de Datos Sanitarios.
Gracias a estos esfuerzos, los especialistas aseguran que los sistemas de IA son cada vez más utilizados dentro de los sistemas sanitarios. “La digitalización y la interoperabilidad de los historiales médicos electrónicos, combinadas con el uso de las tecnologías de la IA y del análisis de datos, posibilitan una utilización más eficiente de esta información. Gracias a este análisis de datos avanzados, nuestros profesionales de la salud pueden identificar patrones y tendencias en la salud de los pacientes, lo que conduce a diagnósticos más precisos y tratamientos más efectivos”, concluye Alcalá.
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