MADRID, 08 (SERVIMEDIA)
Un estudio de Nomura, uno de los principales bancos de inversiones de Japón, explica que el Banco Central Europeo (BCE), el Banco de Inglaterra y la Reserva Federal de Estados Unidos podrían empezar a recortar los tipos de interés en el tercer trimestre de 2024.
El informe señala que para que se pueda alcanzar el objetivo de los bancos centrales de situar la inflación en torno al 2% es necesario que los salarios no ejerzan una presión que retroalimente a los precios, al tiempo que debe mejorar la productividad.
En general, Nomura estima que alrededor de un 2,5% o un 3% de crecimiento salarial es compatible con una inflación del 2% en Europa. No obstante, precisa que en Estados Unidos podría haber una “mayor tolerancia” que en Europa con los crecimientos de las retribuciones de los trabajadores.
Por otra parte, el estudio pone de relieve la necesidad de que aumente la productividad y analiza las causas que podrían estar detrás de un empeoramiento de la misma desde la irrupción de la pandemia de la covid-19. Entre ellas, destaca que el teletrabajo puede hacer más “ineficiente” el desempeño de las tareas por el mayor uso de herramientas digitales, por dificultades en la comunicación con compañeros y responsables, además “es más fácil que los empleados se distraigan y trabajen menos sin la misma vigilancia de sus superiores”.
Asimismo, indica que “hay pruebas claras de que los problemas de salud mental y la covid persistente” han ocasionado más bajas de trabajadores, por lo que, entre quienes siguen activos, podría haberse producido una afectación en la productividad. De igual modo, defiende que los tipos de interés altos también merman la productividad, por cuanto limita las posibilidades de para reforzar la capacitación de los empleados.
En cambio, como elementos positivos para la productividad por la pandemia, Nomura resalta que se puede haber “acelerado la adopción de tecnologías digitales eficientes”, ya que “para muchos de quienes trabajan de forma remota, la productividad puede verse impulsada, debido a un mejor bienestar general, la posibilidad de trabajar más horas y, en algunos casos, a un entorno de trabajo más centrado”.
Además, el hecho de poder teletrabajar favorece que haya empelados que puedan dedicar más tiempo a sus funciones.
Entre otros posibles aspectos positivos, el informe pone el acento en que el endurecimiento de las condiciones monetarias “podría provocar el cierre de empresas zombis, que tenían baja productividad y sólo podían sobrevivir en un entorno de política monetaria acomodaticia”.
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