MADRID, 6 (EUROPA PRESS)
El Banco de España ha señalado en la edición otoñal de la Revista de Estabilidad Financiera que el peso de los fondos de inversión respecto al total del sistema financiero es menor que en el conjunto de las principales economías mundiales y, en consecuencia, el potencial de los fondos de inversión españoles para afectar y desestabilizar el sistema es más “limitado”.
Además, apunta que un porcentaje “muy elevado” de los fondos de inversión abiertos en España está altamente regulado, sujeto a la normativa Ucits, lo que limita de forma estructural el riesgo.
Esta conclusión se ha producido tras constatar que en el panorama internacional los fondos de inversión abiertos están acaparando un interés creciente desde el punto de vista de la estabilidad financiera y que, hasta ahora, las autoridades se habían centrado en su regulación desde una perspectiva principalmente individual o microeconómica y de protección del inversor.
No obstante, el artículo señala al creciente peso de los fondos en el sistema financiero para atender los potenciales riesgos derivados del desajuste de liquidez, del apalancamiento o de interconexiones con el resto del sistema financiero; es decir, abordar el debate desde una perspectiva macroprudencial.
En ese sentido, resalta que, en el caso español, los fondos de inversión cuentan ya con un número elevado de herramientas que contribuyen a medir, monitorizar y mitigar los posibles riesgos de los fondos de inversión a nivel individual, lo que, de forma agregada, beneficia también a la estabilidad financiera.
Por otra parte, en el artículo se aduce que la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), como supervisor, dispone también de herramientas para activar medidas adicionales.
Asimismo, pone el foco en que, si bien España está ya en gran medida alineada con las recomendaciones y directrices propuestas, existe una voluntad proactiva para trasladar al marco normativo español todos aquellos posibles cambios o mejoras que resulten necesarios a la luz de los textos finales consensuados en el ámbito internacional.
Ligado a esto, precisa que, en relación con el marco normativo existente español, el diseño de la política macroprudencial en el ámbito no bancario se encuentra en sus primeros pasos y carece, por el momento, de un paraguas integrador de todos los elementos que deben conformar dicha política.
Dichos elementos pasan por un diseño adecuado de procesos de evaluación de riesgos que tome en consideración las interrelaciones con el sistema financiero de forma global, de valoración de la eficacia y la eficiencia de las herramientas destinadas a los objetivos que se quieren perseguir y de modelos de coordinación internos y de toma de decisiones, que son importantes en momentos de riesgo elevado.
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