LAS PALMAS DE GRAN CANARIA, 5 (EUROPA PRESS)
El Seprona de la Comandancia de Las Palmas, en colaboración con el Instituto Canario de Calidad Agroalimentaria del Gobierno de Canarias, ha realizado unas 50 inspecciones encaminadas al control de productos agroalimentarios comercializados en diferentes establecimientos de un mercado central de abastecimientos de Gran Canaria.
Según informa la Guardia Civil, las inspecciones se han realizado con el objetivo de comprobar el comercio de diversas frutas, verduras y hortalizas, asegurando un correcto control de la calidad de las mismas.
Durante estas inspecciones se han detectado irregularidades en la trazabilidad de varios productos, de los que no se podía certificar su origen y tránsito hasta ser comercializados.
También se observó la ausencia de etiquetado, motivando la adopción de medidas cautelares por la presunta comisión de más de una docena de infracciones administrativas.
Por su parte, las citadas medidas han consistido en la inmovilización de más de tres toneladas de productos hortofrutícolas, de los que gran parte fueron destruidos a petición de los operadores, al no poder regularizar las deficiencias detectadas.
Dichas mediadas fueron adoptadas al no garantizarse que los productos fueran aptos para su introducción en la cadena alimentaria.
También se tomaron muestras oficiales para el análisis de residuos de plaguicidas (previsto en el programa de actuación del Instituto Canario de Calidad Agroalimentaria) e igualmente se hizo un trabajo de información y advertencia a otros operadores por irregularidades leves.
Las actuaciones se encuentran amparadas por la Ley 6/2019, de 9 abril, de Calidad Agroalimentaria, cuya finalidad, entre otras, es garantizar la calidad de los productos agroalimentarios y proteger los derechos e intereses de los operadores y consumidores finales.
En paralelo, el Seprona analizó una información aportada por el canal de comunicación ciudadana, alertando sobre irregularidades en el comercio de mariscos y pescados en el Mercado Central de Las Palmas.
Por este motivo, se llevaron a cabo una serie inspecciones en diferentes establecimientos del citado lugar, detectando la exposición al público y el comercio de 57,790 kilogramos de almejas vivas que carecían de identificación y sin acreditar su origen y trazabilidad.
En este sentido, las almejas eran supuestamente introducidas como equipaje individual de pasajeros que viajaban en vuelos procedentes de El Aaiún (Marruecos).
Inmediatamente, el Seprona levantó acta interviniendo la mercancía expuesta y poniéndola a disposición de la Dirección General de Salud Pública del Gobierno de Canarias, los cuales, posteriormente, ordenaron su destrucción.
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