MADRID, 30 (SERVIMEDIA)
El presidente de la 28ª Cumbre del Clima (conocida como COP28), Ahmed el Jaber, auguró este jueves que la declaración final de esa conferencia incluirá una mención a los combustibles fósiles (petróleo, gas y carbón).
El Jaber hizo esa consideración en la ceremonia de apertura de la COP28, que se celebra hasta el próximo 12 de diciembre en Dubái (Emiratos Árabes Unidos), aunque habitualmente ese tipo de encuentros climáticos suelen prorrogarse algún día más.
Tras recibir de manos del presidente de la COP27, Sahem Shoukry, el martillo que simboliza el traspaso del liderazgo en una nueva cumbre auspiciada por Naciones Unidas, El Jaber apuntó en el Plenario Al Hairat del centro de congresos Expo City Dubai que durante las próximas dos semanas se negociarán asuntos que no solo se plasmarán en textos consensuados, sino que “se trata de mejorar vidas”.
“Todos nosotros queremos y necesitamos lo mismo: aire limpio, agua potable, alimentos saludables, economías y oportunidades para todos nosotros y nuestras familias, y, evidentemente, queremos un futuro seguro y saludable”, indicó durante un discurso que se alargó durante cerca de 19 minutos.
En este sentido, apuntó que “la ciencia ha hablado de forma clara y contundente” sobre la necesidad de limitar el calentamiento global a 1,5 grados respecto de los niveles preindustriales. “En el mundo hemos llegado a una encrucijada”, apuntó, antes de añadir: “Es ahora el momento de actuar”.
Por ello, se dirigió a los diplomáticos con estas palabras: “Pongámonos manos a la obra, trabajemos de forma eficiente, acordemos el programa y avancemos, por favor, rápidamente en el texto. No hay tiempo que perder”.
“NO TENEMOS OPCIÓN”
Al Jaber consideró “esencial que no haya ningún asunto fuera de la mesa” y apostó por “garantizar la inclusión del papel de los combustibles fósiles” en la decisión final. “Sé que hay opiniones muy firmes respecto a la idea de incluir un texto sobre combustibles fósiles y energías renovables en el texto negociado. Juntos, tenemos el poder de hacer algo sin precedentes. De hecho, no tenemos opción”, admitió.
La cumbre de Glasgow abrió la puerta en 2021 al animar a “la aceleración de los esfuerzos para la reducción gradual de la energía del carbón generada sin medidas de mitigación y la eliminación gradual de las subvenciones ineficientes a los combustibles fósiles”.
Ese mismo texto se repitió en la del año pasado en Sham el Sheij (Egipto). Algunos países y la UE pretenden que ese abandono progresivo debe incluir el petróleo y el gas en la declaración de Dubái, con lo que todos los combustibles fósiles quedarían gradualmente enterrados bajo tierra.
“Les pido a todos que, por favor, trabajen juntos, que sean flexibles, que encuentren terrenos comunes de entendimiento, que aporten soluciones y se logre un consenso. Y nunca debemos perder de vista la estrella que nos guía: el grado y medio. Porque yo me voy a focalizar muy concretamente en ese objetivo”, indicó Al Jaber.
Además, alentó a los países a fijar unos objetivos para reducir prácticamente a cero las emisiones de metano en los próximos planes climáticos nacionales. “Dejemos que la historia refleje el hecho de que esta es la Presidencia que tomó una decisión audaz de colaborar proactivamente con las empresas de petróleo y gas”, indicó, antes de destacar que “muchas” de esas compañías se han comprometido a reducir sus emisiones de metano de aquí hasta 2030 y a alcanzar cero emisiones netas de gases de efecto invernadero en 2050.
Esas declaraciones de Al Jaber ante representantes de casi 200 países se producen después de que el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (Pnuma) diera a conocer recientemente un informe en el que señalaba que los gobiernos planean duplicar la producción de combustibles fósiles en 2030 respecto a lo que sería consistente con limitar el calentamiento planetario a 1,5 grados respecto a la era preindustrial para frenar el cambio climático.
TRIPLE AGENDA
Por otro lado, Al Jaber apostó por que la COP28 acuerde una declaración “ambiciosa” sobre el primer balance mundial de los planes climáticos nacionales desde el Acuerdo de París, adoptado en 2015, para “acelerar” las agendas de mitigación, adaptación y financiación climática.
Sobre la financiación, se comprometió a avanzar para que los países de ingresos medianos y bajos “no tengan que elegir entre el desarrollo y la acción climática”. “Hagamos que este año sea el año en el que la financiación climática esté a la altura de la magnitud de este momento”, comentó. A este respecto, añadió que Dubái debe “ejecutar” el mandato de la COP27 del año pasado, celebrada en Sharm el Sheij (Egipto), de poner en marcha un fondo de pérdidas y daños para los países vulnerables.
En relación a la adaptación, consideró que debe estar “en el centro” de la COP28. “Afrontemos de una vez por todas los problemas que son clave para la adaptación, como el agua, la alimentación, la agricultura y la salud”.
Y sobre la mitigación, destacó que el objetivo de la COP28 es triplicar la capacidad de energías renovables de aquí a 2030 y duplicar la mejora de la eficiencia energética en ese periodo.
“Estemos por encima de nuestras diferencias para marcar la diferencia para las generaciones futuras aquí, ahora en Emiratos Árabes Unidos. Les pido a todos que nos unamos, que actuemos y que obtengamos resultados”, concluyó.
“AL BORDE DE UN PRECIPICIO”
Por otro lado, el secretario ejecutivo de ONU Cambio Climático, Simon Stiell, señaló que la humanidad está dando “pasos de bebé” en la acción climática mientras 2023 acabará siendo “el año más caluroso” jamás registrado. “Se batieron muchísimos récords aterradores. Estamos pagando con las vidas y los medios de subsistencia de las personas. Estamos al borde de un precipicio”, comentó.
Stiell recalcó que existen dos opciones al respecto: “Podemos notar la falta de progreso modificando nuestras mejores prácticas actuales y animarnos a hacer más ‘en algún otro momento’. O decidimos en qué momento habremos hecho que todos los habitantes del planeta sean seguros y resilientes, decidimos financiar adecuadamente esta transición, incluida la respuesta a pérdidas y daños, y decidimos apostar por un nuevo sistema energético”.
“Si no señalamos el declive terminal de la era de los combustibles fósiles tal como la conocemos, acogeremos con agrado nuestro propio declive terminal. Y elegimos pagar con la vida de las personas”, advirtió.
Stiell comentó que los científicos avisan de que esta década es crucial para cumplir el objetivo de que el planeta no se caliente 1,5 grados más sobre los niveles preindustriales. “Simplemente, no es suficiente para nosotros ‘tratar de intentarlo’”, dijo, antes de añadir: “Nos harán rendir cuentas de lo que hagamos o dejemos de hacer. Como diría Yoda: ‘Hacer o no hacer. No sirve intentar’”.
“SEÑALES PROMETEDORAS”
Por otro lado, el presidente del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC, por sus siglas en inglés), Jim Skea, comentó que el planeta se ha calentado más de un grado desde la época preindustrial por “la quema de combustibles fósiles, la deforestación y la utilización insostenible de recursos”.
“La actividad humana ha llevado a cambios en el clima de la Tierra de una magnitud sin precedentes durante siglos, incluso milenios. Las repercusiones climáticas, algunas de ellas irreversibles, son generalizadas, rápidas y se incrementan desde los polos hasta los trópicos y desde las montañas hasta los océanos. Y sin una reducción inmediata y profunda de las emisiones en todos los sectores no conseguiremos alcanzar los objetivos del Acuerdo de París”, recalcó Skea.
No obstante, apuntó algunas “señales prometedoras”, como la reducción sostenida de emisiones que calientan el planeta en algunos países y las bajadas en los costes de las energías renovables.
Por último, el presidente de la COP28, Sameh Shoukry, comentó que la Cumbre del Clima del año pasado acordó crear un fondo de pérdidas y daños para los países vulnerables, un programa de trabajo sobre transición justa y otro sobre mitigación, y llamar a una reforma de las instituciones financieras internacionales para que faciliten flujos sobre energías renovables.
Sin embargo, reconoció que hay “tendencias preocupantes” como una insuficiente financiación para los países en desarrollo y la brecha entre la energía renovable necesaria para frenar el cambio climático y la que está instalada.
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