MADRID, 2 (EUROPA PRESS)
La embarcación de España estará en la final de la Gran Canaria SSL Gold Cup, que este domingo (13.00 horas) vivirá su regata a cuatro con el equipo de Luis Doreste junto a los de Italia, Hungría y Países Bajos, y de entre los cuales saldrá el primer campeón de esta Copa del Mundo de vela, disputada en Las Palmas bajo un formato de fases eliminatorias.
El barco español salió este sábado con la misma mentalidad que en cuartos de final, controlando a los rivales pero sin entrar en el cuerpo a cuerpo. Una sanción en regatas de este tipo son determinantes, como así se pudo ver con Nueva Zelanda, que pasó de pasar primero por barlovento a ser penalizado y caer a la tercera posición.
Las condiciones meteorológicas fueron totalmente distintas a lo vivido hasta ahora, con vientos del este entre 10 y 12 nudos de intensidad. La salida del equipo español no fue la mejor, lo hizo en segunda línea, lo que le obligó a tomar el bordo de la derecha del campo de regatas, mientras que Hungría, Nueva Zelanda y Francia iban por la izquierda.
España aguantó hasta pasada la mitad de ceñida, donde viró por segunda vez, ya que la primera había sido nada más salir. Francia intentó emular a los españoles por la derecha, pero no les salió igual de bien.
Al primer barlovento llegaron con muy poca diferencia Nueva Zelanda, Hungría y España por este orden, pero llegó esa sanción a los ‘kiwis’ por sacar antes de tiempo el botalón, y tuvieron que hacer un giro de 360 grados fue fatal para ellos; eso dio vida a húngaros y españoles. Aquí fue una gran oportunidad para que los pupilos de Doreste dieran el zarpazo.
En el paso por la puerta de sotavento, el equipo español iba justo por detrás de Hungría; ahí cambió de opinión en el último momento y optó de nuevo por el lado derecho, con el peligro de que se escapara Hungría o incluso les superara Nueva Zelanda. Además, parte de la regata se afrontó con un chubasco, que también dio emoción y condicionó el viento.
El táctico español Alfredo González tuvo claro que era el bordo bueno, como así se demostró llegando primeros en barlovento; y tras una primera parte de agobio por detrás de húngaros y neozelandeses, a mitad de la última popa se vio que difícilmente atraparían al barco español, que abrió brecha suficiente para navegar tranquilos eso sí, con magiares y ‘kiwis’ a 100 metros de distancia.
La lucha se centró entre centroeuropeos y oceánicos por la segunda posición, puesto que también daba el billete para la gran final. Por su parte Francia, había desconectado por completo desde la primera ceñida, llegando a ir por momentos a más de 1 kilómetro por detrás.
ITALIA Y PAÍSES BAJOS TAMBIÉN VAN A POR EL TÍTULO
La primera seminal estaba considerada como el grupo de ‘la muerte’ en este torneo náutico, visto el potencial de sus tripulaciones. Lo que estaba claro es que a una sola manga se igualaban las fuerzas y eso se vio después de que pasaran a la gran final Italia, con Vasco Vascotto y Mateo Ivaldi, y Países Bajos, que habían sido segundas de grupo en cuartos.
Dejaron fuera por un lado a la todopoderosa Gran Bretaña, del campeón del mundo de ‘match race’ Ian Williams, que había ganado todos los enfrentamientos de la anterior eliminatoria; y por otro lado a Italia, que en cuartos había quedado encuadrada en el grupo de España y que solo había ganado la manga inaugural.
La Brasil de los medallistas olímpicos Robert Scheidt y Martina Grael se quedó también fuera. Gran Bretaña entró tercera y Brasil cuarta, mientras que Italia navegó muy cómoda durante toda la regata, con un viento que sopló sobre los 12 nudos.
Ahí se supo defender muy bien y solo Países Bajos siguió su estela, abriendo una brecha importante sobre británicos y brasileños, que pronto se vio que sus opciones serían mínimas, ya que la distancia entre los dos primeros y los siguientes siempre fue superior a los 100 metros.
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