MADRID, 02 (SERVIMEDIA)
El Papa Francisco pidió a los gobiernos en la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, conocida como COP28, que se celebra en Dubái medidas eficaces para hacer frente al cambio climático y sus consecuencias y avanzar hacia la transición ecológica, la condonación de deuda a los países pobres, no “malgastar” ni “desperciar” energías y recursos en armas y reconstruir el multilateralismo
El pontífice argentino de 86 años no pudo asistir a la COP28 por una bronquitis, por lo que su mensaje fue leído por el ‘número dos’ del Vaticano, el cardenal Pietro Parolin. En él, el papa Francisco señalaba que “está demostrado que los cambios climáticos actuales derivan del calentamiento del planeta, causado principalmente por el aumento de gases de efecto invernadero en la atmósfera, provocado, a su vez, por la actividad humana, que en los últimos decenios se ha vuelto insostenible para el ecosistema”.
“La ambición por producir y poseer se ha convertido en una obsesión”, añadía, “y ha desembocado en una avidez sin límites, que ha hecho del ambiente objeto de una explotación desenfrenada”. Advertía que el clima “trastornado” es una advertencia “para que detengamos semejante delirio de omnipotencia. El único camino para poder vivir en plenitud es que volvamos a tomar conciencia, con humildad y valentía, de nuestro límite”.
En su discurso fue especialmente crítico con quienes anteponen intereses particulares y exclusivamente económicos a los generales, ya que advirtió que “nos hallamos frente a posturas rígidas, cuando no inflexibles, que tienden a proteger los ingresos propios y de sus empresas, justificándose a veces por lo que otros han hecho en el pasado, con reiteradas evasiones de responsabilidad”.
En este contextó, sostuvo que “impresionan, en particular, los tentativos de atribuirle la responsabilidad a los pobres o al número de nacimientos” y afirmó con rotundidad que “!no es culpa de los pobres, porque casi la mitad del mundo, la más pobre, es responsable de apenas el 10% de las emisiones contaminantes, mientras que la distancia entre los pocos acomodados y los muchos desfavorecidos nunca ha sido tan profunda. Ellos son, en realidad, las víctimas de lo que está sucediendo”.
“Pensemos”, agregó, “en las poblaciones indígenas, en la deforestación, en el drama del hambre, de la inseguridad hídrica y alimentaria, en los flujos migratorios provocados. Con respecto a los nacimientos, no son un problema, sino un recurso; no están en contra de la vida, sino a su favor, mientras que ciertos modelos ideológicos y utilitaristas que se les imponen a las familias y poblaciones, con guantes de seda, son verdaderas colonizaciones”.
De hecho, se mostró convencido de que sería justo encontrar “modos adecuados” para condonar la deuda económica que grava sobre varios pueblos, “teniendo en cuenta la deuda ecológica que hay en favor de ellos”.
Asimismo, indicó que “causa preocupación que el calentamiento del planeta esté acompañado por un enfriamiento del multilateralismo” y consideró esencial reconstruir reconstruir la confianza, “fundamento del multilateralismo”.
GUERRAS Y ARMAS
Otro de los puntos que abordó son las guerras y el gasto en armamento. “¡Cuántas energías está malgastando la humanidad en las numerosas guerras en curso, como en Israel y Palestina, en Ucrania y en muchas regiones del mundo; conflictos que no resolverán los problemas, sino que los aumentarán! ¡Cuántos recursos desperdiciados en armamento, que destruyen vidas y arruinan la casa común!”, denunció el Papa.
Y lanzó una propuesta de Pablo VI, cuyo pontificado coincidió con la guerra de Vietnam y el final de la Guerra Fría: “Con el dinero que se usa en armas y otros gastos militares, constituyamos un fondo mundial para acabar de una vez con el hambre”. Para llevar también a cabo “actividades que promuevan el desarrollo sostenible de los países más pobres, para combatir el cambio climático”.
“Los cambios climáticos muestran la necesidad de un cambio político. Salgamos del atolladero de los particularismos y nacionalismos, que son esquemas del pasado. Abracemos una visión alternativa, común; esta nos permitirá una conversión ecológica”, afirmó ante la COP28.
Por ello, reclamo apostar por la eficiencia energética, las fuentes renovables, la eliminación de los combustibles fósiles y la educación a estilos de vida menos dependientes de estos últimos.
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