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El declive de los combustibles fósiles y el aumento de las energías renovables serán dos temas destacados en la cumbre climática de Dubái

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MADRID, 30 (SERVIMEDIA)

La 28ª Conferencia de las Partes de la Convención Marco de las Naciones Unidas para el Cambio Climático -conocida como COP28- comienza este jueves en Dubái (Emiratos Árabes Unidos) con el reto fundamental de redoblar la lucha climática con posibles objetivos como triplicar las energías renovables, quién paga la factura climática y un llamamiento al abandono gradual de los combustibles fósiles (petróleo, gas y carbón).

La Cumbre del Clima se celebra en un país petrolero bajo la presidencia del sultán Ahmed Al Jaber, ministro de Industria de Emiratos Árabes Unidos y director ejecutivo de la Compañía Nacional de Petróleo de Abu Dabi (Adnoc, por sus siglas en inglés).

Su designación ya causó el pasado enero la protesta de más de 450 organizaciones de jóvenes, mujeres, sindicatos, ecologistas y climáticas, que enviaron una carta al secretario general de la ONU, António Guterres, expresando su malestar.

En la Cumbre del Clima, que podría reunir a cerca de 70.000 asistentes, diplomáticos de cerca de 200 países negociarán en un contexto de ganancias récord de las compañías de combustibles fósiles por el alza de los precios, emisiones récord de gases que calientan el planeta y tensiones geopolíticas elevadas por la invasión rusa en Ucrania y, recientemente, el conflicto entre Israel y Palestina.

La Presidencia emiratí ha preparado la conferencia bajo el lema ‘Unir, actuar, cumplir’. “Hay demasiadas cosas que dividen nuestro mundo en este momento”, apuntó recientemente Al Jaber, antes de añadir: “No tenemos tiempo que perder con la desunión. Debemos mirar más allá del pensamiento a corto plazo, debemos acabar con las excusas y los retrasos, y redefinir nuestro interés propio como interés común”.

La Cumbre del Clima está previsto que concluya el próximo 12 de diciembre, aunque habitualmente suele alargarse algún día más. El centro de congresos Expo City Dubai acogerá la Zona Azul o de ‘moqueta’, donde delegados de casi 200 países negociarán acuerdos y se celebrarán eventos climáticos. Y habrá una Zona Verde para empresas, sociedad civil, académicos, jóvenes y artistas, que harán eventos, exposiciones, talleres, espectáculos culturales y charlas.

TRES BRECHAS

El objetivo principal de las negociaciones climáticas, recogido en el Acuerdo de París, es limitar el calentamiento global lo más cerca posible de 1,5 grados por encima de los niveles preindustriales. Para ello, resulta fundamental reducir los gases que calientan el planeta, fundamentalmente en el sector de la energía, responsable del 80% de esas emisiones.

Sin embargo, el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (Pnuma) apunta que el planeta afronta una triple brecha que cerrar. Una es sobre la mitigación, puesto que los actuales compromisos climáticos de los países encaminan al mundo hacia un aumento de la temperatura global de entre 2,5 y 2,9 grados por encima de los niveles preindustriales durante este siglo.

Otra se refiere a la producción de combustibles fósiles, ya que los gobiernos planean duplicarla en 2030 respecto a lo que sería consistente para limitar el calentamiento a 1,5 grados. Y la tercera se centra en la adaptación, pues los países en desarrollo necesitan entre 10 y 18 veces más fondos desde las naciones ricas para afrontar los impactos climáticos, un 50% más de lo estimado previamente.

BALANCE MUNDIAL

Por otro lado, está previsto que en la COP28 concluya el primer balance mundial de los planes climáticos nacionales desde el Acuerdo de París, adoptado en 2015. Ese documento (Global Stocktake’, en la jerga climática) se realiza cada cinco años. Esta vez, sus resultados deberían orientar a los países para presentar nuevos planes climáticos nacionales en 2025.

Desde entonces, se han producido señales positivas, como una reducción de un grado de calentamiento al final de siglo, alrededor de 140 países -que aglutinan el 90% del PIB mundial- han asumido un compromiso de cero emisiones netas en 2050- están en marcha desarrollos para la energía solar fotovoltaica, la eólica, bombas de calor y baterías, y se prevé que la demanda de combustibles fósiles alcanzará su pico antes de 2030.

Sin embargo, el planeta está lejos de limitar el calentamiento a 1,5 grados respecto a la era preindustrial, objetivo recogido en el Acuerdo de París, porque ha continuado la expansión de los combustibles fósiles y el dinero no fluye hacia los lugares más vulnerables.

El informe técnico del balance mundial presentado el pasado septiembre por Naciones Unidas muestra “claramente”, según Simon Stiell, secretario ejecutivo de ONU Cambio Climático, dónde el progreso es “demasiado lento”. No obstante, el documento refleja que queda “mucho por hacer” en los 17 temas abordados.

OBJTIVOS

La conferencia de Dubái afronta varios aspectos cruciales en las negociaciones. Uno de ellos es de qué manera el planeta debería abandonar la adicción a los combustibles fósiles, probablemente el tema “más complejo”, según la Presidencia española del Consejo de la UE.

La cumbre de Glasgow ya abrió la puerta en 2021 al animar a “la aceleración de los esfuerzos para la reducción gradual de la energía del carbón generada sin medidas de mitigación y la eliminación gradual de las subvenciones ineficientes a los combustibles fósiles”. Ese mismo texto se repitió en la del año pasado en Sham el Sheij (Egipto).

Algunos países y la UE pretenden que ese abandono progresivo debe incluir el petróleo y el gas en la declaración de Dubái, con lo que todos los combustibles fósiles quedarían gradualmente enterrados bajo tierra. “Nada de ‘lavado verde’”, añade Kaisa Kosonen, coordinadora de Greenpeace en la COP28.

Además, Guterres aboga desde hace meses por el fin de los subsidios a los combustibles fósiles, una demanda que acepta la UE si esas ayudas se reducen paulatinamente.

Por otro lado, triplicar la capacidad mundial de energía renovable en 2030 también sobrevolará en las negociaciones de Dubái, así como duplicar la tasa de mejora de la eficiencia energética al final de esta década, todo ello con el deseo de que las emisiones mundiales de CO2 alcancen su pico en 2025 como antesala a la neutralidad climática a mediados de siglo, es decir, que para entonces las emisiones que se expulsen a la atmósfera sean compensadas con las que absorben sumideros naturales como océanos y bosques.

Según Ember, ‘think tank’ especializado en energía, existe actualmente una brecha de 3,7 teravatios (TW) entre los objetivos nacionales de renovables en su conjunto y el objetivo de triplicar la capacidad de energía limpia en 2030 (11 TW).

Por otra parte, la COP28 debería avanzar en la puesta en marcha de un fondo de pérdidas y daños para ayudar a los países vulnerables a los impactos climáticos más severos. Sharm el Sheij acordó que se ponga en marcha ese mecanismo financiero, pero dejó en manos de un comité de transición que haga recomendaciones al respecto.

Los países ricos defienden que esa facilidad financiera sea gestionada por el Banco Mundial, algo a lo que se oponen ecologistas y naciones en desarrollo porque ese organismo gestiona préstamos que “ahogan” las economías de países menos desarrollados, según Ecologistas en Acción, y un 24% del dinero iría como gastos de gestión.

LÍDERES MUNDIALES

Como viene ocurriendo desde la histórica Cumbre del Clima que se celebró en París en 2015, habrá dos segmentos de alto nivel, el primero de los cuales tendrá lugar este viernes y este sábado con los discursos en plenario de alrededor de 145 jefes de Estado y de Gobierno, que suelen estar jalonados con compromisos en la lucha contra el cambio climático.

El presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, intervendrá este viernes por la tarde, según el listado de oradores, al que tuvo acceso Servimedia, justo detrás del canciller alemán, Olaf Scholz, y antes del primer ministro británico, Rishi Sunak.

El viernes también intervendrán Lula da Silva (Brasil), Ursula von der Leyen (Comisión Europea) y Charles Michel (Consejo Europeo). Y el sábado lo harán Emmanuel Macron (Francia), Giorgia Meloni (Italia) y Fumio Kishida (Japón).

No figuran en el listado los dignatarios de China, Estados Unidos, India y Rusia, con lo que la Cumbre se quedará sin las palabras de los máximos responsables de los cuatro países más contaminantes del planeta. Aunque sí se espera un mensaje de Xuexiang Ding, viceprimer ministro chino.

Como es habitual en estas citas climáticas, la primera semana será más técnica con la presentación de estudios científicos e iniciativas temáticas, mientras que los equipos diplomáticos de los países irán trabajando en las declaraciones y las decisiones que se aprobarán al final de la Cumbre.

La segunda semana pasará ‘de la letra a la acción’ e incluirá un tramo ministerial en el que se irán perfilando los textos definitivos bajo responsabilidad de los ministros y con la batuta de la Presidencia de la COP28.


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