MADRID, 23 (SERVIMEDIA)
La Confederación Estatal de Mujeres con Discapacidad (Cemudis) reivindicó este jueves “una educación sexual con perspectiva de género y adaptada a las necesidades de todas las personas, que ponga el foco en el consentimiento y resalte la importancia de respetar tanto las decisiones propias como las de los demás”.
A su juicio, “conocer el significado del consentimiento desde una temprana edad puede prevenir futuras agresiones sexuales”. Así se recoge en el manifiesto publicado por la confederación con motivo del Día Internacional contra la violencia de Género, que también subraya “los nuevos desafíos en la lucha contra la violencia sexual y la vulneración del consentimiento asociados a la Inteligencia Artificial”.
Por otro lado, Cemudis denuncia que “la violencia sexual contra las mujeres y niñas con discapacidad es una de las formas de violencia más invisibles y desconocidas”, ya que “socialmente se les ve como pasivas, aniñadas y dependientes de los cuidados de otras personas”.
Sin embargo, lo cierto es que presentan cuatro veces más riesgo de vivir violencia sexual que el resto de las mujeres”, alertó. “En España, el 12,8% de mujeres con discapacidad ha vivido sufrido acoso sexual por parte de un familiar varón”.
SALUD SEXUAL
“El estigma y los conceptos erróneos sobre la discapacidad y la sexualidad pueden tener un profundo impacto negativo”, advirtió Cemudis, pues “a muchas mujeres con discapacidad se les niega el derecho a la libertad sexual o el acceso a información de calidad sobre la salud sexual y reproductiva”. “Si esto sucede, las posibilidades de estar expuestas a situaciones de violencia sexual aumentan”, recalca.
Por ello, insta al entorno familiar y social de las mujeres con discapacidad a “alejarse de la infantilizacióny la sobreprotección y respetar la condición de seres sexuados inherente a todas las personas”. “Negar nuestra sexualidad y salud sexual es, en sí mismo, un acto de violencia”, declaró Cemudis.
Por todo ello, insistió en la necesidad de ofrecer información y formación especializada en discapacidad a todo el equipo profesional implicado en el proceso de protección y denuncia; crear un protocolo de atención integral a las mujeres con discapacidad que hayan vivido situaciones de violencia en todas sus manifestaciones, y realizar campañas de concienciación dirigidas a toda la población, orientadas a consolidar el consentimiento como un principio universal e innegociable.
Pide, asimismo, que se fortalezca el marco legislativo en ciberseguridad y se creen leyes actualizadas que contemplen la violencia sexual mediante herramientas de inteligencia artificial, con particular atención a usuarias de mayor vulnerabilidad como mujeres y niñas con discapacidad.
Finalmente, llama a garantizar el derecho a la salud sexual, “entendida como un Estado de bienestar físico, mental y social que comprende la posibilidad de disfrutar experiencias sexuales sin discriminación, violencia o perjuicios”; asegurar el acceso a la información y recursos disponibles sobre prevención de violencia hacia las mujeres, mediante un lenguaje accesible y sin barreras, e incluir indicadores en todos los estudios y estadísticas que permitan conocer la situación de las mujeres y niñas con discapacidad que se enfrentan a situaciones de violencia en todas sus modalidades.
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