MADRID, 26 (SERVIMEDIA)
La negociación de los Presupuestos Generales del Estado 2024 se presenta como el gran campo de batalla en el que Podemos podrá medir su capacidad de presión sobre el PSOE y Sumar, con su proclamada “autonomía política” y de voto ahora que ha quedado fuera del Gobierno y aspira a negociar sus apoyos como cualquier otra fuerza parlamentaria.
“Quien quiera los votos de Podemos va a tener que negociar con Podemos”, desafió este viernes Belarra en una entrevista, verbalizando dos de los compromisos recogidos en la hoja de ruta aprobada por la última Conferencia Política del partido y revalidada por los inscritos: que los votos de Podemos en el Congreso de los Diputados no se regalan y no se apoyará a un Gobierno que no recoja “una parte sustancial” del programa de la formación.
La dirección de Podemos baraja que el PP retrasará cuanto pueda en el Senado el techo de gasto, preámbulo necesario de cualquier proyecto de Presupuestos, y por tanto la negociación y la votación en el Congreso se demorará como mínimo hasta principios de año, lo que le servirá para recuperar “a medio plazo” la capacidad política del partido, que es el objetivo principal de su dirección. Para entonces espera haber mostrado al PSOE con su voto en contra en alguna iniciativa que no le va a valer tomar a Sumar como único interlocutor del espacio. “Se darán cuenta cuando les tumbemos un proyecto”, emplazaba esta semana una dirigente del partido.
Por el contrario, en Sumar, según confió un diputado a Servimedia, creen que no habrá tanta demora y que la primera iniciativa legislativa en la que Podemos tendrá que decidir si vota o no como el resto del grupo parlamentario al que formalmente pertenece serán los propios Presupuestos. Y, en este sentido, la mayoría de los parlamentarios consultados del grupo opinan que Podemos, por coherencia ideológica, no podrá tumbar un proyecto de cuentas públicas que recoja inversiones de carácter social y espíritu progresista.
CON O CONTRA ERC Y BILDU
“Si todos cumplimos con las políticas de transformación que hemos prometido, nadie tendrá ocasión de romper la disciplina de voto”, auguró a esta agencia el diputado de Compromís Alberto Ibáñez. “En el bloque de izquierdas, fuera del PSOE, hay muchas coincidencias programáticas. Si Bildu, ERC y Sumar están de acuerdo en una votación, lo más probable es que Podemos también lo esté”, corroboró el de Catalunya en Comú Gerardo Pisarello.
Sin embargo, esta semana una destacada dirigente de Podemos aseguraba que sus diputados no tendrían empacho en votar distinto a Sumar, ERC y EH Bildu, porque el objetivo actual es recuperar “la capacidad de acción” que tenía el partido y que se le ha “minimizado” por el acuerdo de coalición al que se vieron obligados para las elecciones de julio.
La dirección de Podemos aspira, incluso, a recuperar la preponderancia ideológica y política en el espacio. En este sentido, percibe que hay diputados que no comparten el enfoque que está imprimiendo al grupo parlamentario la dirección de Sumar, y que los que mantienen una opinión personal y autónoma y no están supeditados a las directrices de su partido podrían sumarse a Podemos en esta revisión de la estrategia fijada por Yolanda Díaz.
Este sábado, en su intervención ante el Consejo Ciudadano Estatal, la secretaria general, Ione Belarra, pidió a sus simpatizantes que,”por mucho que haya podido doler” la exclusión del Gobierno, “aceptemos el golpe y pasemos página”, pero a la vez se reafirmó en que a partir de ahora la formación “se pone a trabajar con total autonomía política” respecto a Sumar y el PSOE. Fuentes cercanas a la dirección de Podemos puntualizaron a Servimedia: “Se van a apoyar las medidas del gobierno que apoyen a las mayorías, pero hasta ahí”.
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