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El Centro de Arte Contemporáneo de Málaga exhibe la exposición colectiva ‘Afección’ en su sala de La Coracha

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MÁLAGA, 24 (EUROPA PRESS)

El Centro de Arte Contemporáneo (CAC) Málaga ha presentado la exposición ‘Afección’ en la sala expositiva de CAC Málaga – La Coracha. Comisariada por Manuel P Rosado, está compuesta por los proyectos artísticos de cuatro alumnos que han formado parte de la décima edición de la Beca Artista Residente de Posgrado 2022/2023 de la Facultad de Bellas Artes de la Universidad de Málaga: Alejandro Cantalejo Mata, Jose Casas, María Fernández Ortiz y Lucia O’ Brien Arias.

Esta propuesta se presenta como una oportunidad de ver obras que se aproximan a géneros, enfoques y conceptos distintos, a través de diferentes maneras de mirar. Los cuatro proyectos críticos cuestionan las circunstancias del espectador, mostrando maneras particulares de ver el mundo, generando más que una exposición, una experiencia de vida en la que proyectos tan distintos tienen la capacidad de dialogar entre sí.

La inauguración de la muestra al público va a tener lugar este viernes a las 18.30 horas en CAC Málaga – La Coracha, y durante la misma va a haber una acción performativa de María Fernández Ortíz a las 19.00 horas.

El Vicerrectorado de Innovación Social y Emprendimiento, la Facultad de Bellas Artes y el Área de Cultura del Ayuntamiento de Málaga tienen como objetivo con esta exposición impulsar a los y las jóvenes artistas mediante un seguimiento, asesoramiento y tutorización de los trabajos presentados, con el fin de que los proyectos e investigaciones realizadas tengan el apoyo y la difusión necesarias para promocionar a los artistas residentes, en los diferentes sectores profesionales del arte.

El título de la muestra, ‘Afección’, recoge los proyectos de estos cuatro artistas, una confluencia de narrativas y lenguajes singulares. En palabras del comisario de la exposición, Manuel Rosado, “Afección es algo que cambia o se altera, un placer o un dolor, dicha o tristeza, es una percepción. Según el filósofo francés Gilles Deleuze, la afección remite a un estado afectado del cuerpo e implica la presencia del cuerpo perjudicado, mientras que el afecto remite al paso de un estado, a otro distinto”.

Y añade que “la exposición presenta una selección de piezas que se centran en un mundo experimental, incómodo, fragmentado, herido, fallido. Las obras aquí incluidas aprovechan la metamorfosis constante de las formas para reflexionar sobre los límites entre la materia y el espíritu, lo visible y lo invisible, la vida y la muerte, la continuidad a través de la mutación. La vida humana como una parte del repertorio de formas que cambian reconsiderando, la identidad y la diferencia, lo natural y lo artificial”.

‘Afección’ está compuesta por cuatro proyectos: ‘It’s going to go wrong’ de Alejandro Cantalejo Mata (Málaga, 1989); ‘pisar cielo subir tierra’ de Jose Casas (Girona, Cataluña, 1995); ‘Así estamos’ de María Fernández Ortiz (Coín, Málaga, 1997); y ‘Una extraña salud’ de Lucía O’Brien Arias (Almería, 1999).

‘It’s going to go wrong’ de Alejandro Cantalejo se presenta como un proyecto audiovisual animado que mezcla técnica de animación stop motion, 2D tradicional y video. Para Cantalejo, la narrativa, a pesar de pretender ser críptica para el espectador al inicio, desarrolla una historia en un tono de terror evocador ocurrida a partir de la misteriosa muerte del creador de una inteligencia artificial.

Debido a una sensación melancólica por parte de la máquina, esta decide revivir a su creador biológicamente. Este proceso se contempla de una forma grotesca debido a que la inteligencia artificial no termina de comprender como crear un ser humano. Este proceso es contemplado por medio de la alegoría a insinuaciones de órganos reproductores mezcladas con la muerte, además de referencias a temas como el existencialismo u obras literarias clásicas de terror y ciencia-ficción.

Jose Casas presenta su proyecto ‘pisar cielo subir tierra’. Esta combinación de palabras apunta a algo concreto pero difuso al mismo tiempo. El artista utiliza la proyección psicológica y la poesía para explorar terrenos donde la explicación no es necesaria y el entendimiento puede no tener cabida, teniendo clara la dirección emocional, pero sin objetivo ni punto de apoyo, siendo un resultado a priori indefinible. “Es una flecha sin diana. Es como pintar sobre imprimaciones rotas, dejándose guiar por ellas hasta que surge una imagen. Es un lugar donde el cielo es pisado y la tierra se eleva, un lugar donde todo es posible”.

Por otra parte María Fernández Ortiz presenta el proyecto titulado ‘Así estamos’, con el que hace referencia a la expresión que se utiliza de forma coloquial en una conversación para resumir una situación o estado de ánimo que desvela una condición en la que el individuo no está ni bien, ni mal, materializando esa constante situación de dualidad e incertidumbre a través de las piezas nombradas como ‘Prendas Participativas’, con las que la artista propone examinar de un modo muy personal, la manera en que la vestimenta induce a ejecutar determinadas dinámicas y vínculos entre personas, acciones o emociones.

En tal sentido, las piezas de María Fernández invitan a reflexionar sobre ciertas acciones cotidianas que suelen pasar desapercibidas. En su caso pone el foco de atención tanto en la acción de vestirse/desvestirse como en la implicación psicológica y sociológica de la propia ropa.

Lucia O’Brien Arias presenta su proyecto ‘Una extraña salud’, inspirado en el concepto de la plasticidad destructiva desarrollado por Malabou en su ensayo ‘Ontología del accidente’. La plasticidad destructiva se refiere a la alteración del cuerpo/mente causada por un traumatismo repentino, que cambia su funcionamiento normal, la percepción de sí mismo y su esencia.

En este proyecto, O’ Brien busca explorar las poéticas más complejas e íntimas de un suceso que, aunque tratemos de evitar, está intrínsecamente ligado a la vida diaria. No busca romantizar ni defender la desgracia, ni encontrar estrategias de prevención o curación.

En cambio, se plantea la pregunta de cómo habitar un cuerpo accidentado y si hay un camino en el desvío. No hay respuestas definitivas para estas cuestiones. Quizás este proyecto sea simplemente una distracción, un escape para ignorar el hecho de que después del accidente quizás no queda nada más que un sentimiento de extrañeza que debemos habitar.


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