MADRID, 21 (SERVIMEDIA)
El Sindicato de Inquilinas e Inquilinos de Madrid criticó este martes a la nueva ministra de Vivienda y Agenda Urbana, Isabel Rodríguez, porque en sus primeras palabras al frente de la nueva cartera aseguró que el Ejecutivo “también” va a “proteger” a los pequeños propietarios, ya que, a su juicio, este estreno es un “foco equivocado” y significa “no entender la situación actual a la que nos enfrentemos cada vez un porcentaje mayor de la población”.
En declaraciones a Servimedia, desde la organización que busca erigirse como voz de los inquilinos indicaron que, al empezar con ese mensaje, Rodríguez “pone el foco” en que “no tiene interés en seguir protegiendo el derecho a la vivienda y en realmente tomar medidas que bajen los alquileres”.
“¿Cómo puede ser que en el último informe del Banco España se asegure que más de la mitad de los inquilinos viven en riesgo de pobreza y de exclusión social y que la ministra decida empezar por asegurarse de que los pequeños rentistas no ven su patrimonio dañado? Es un foco muy equivocado”, señalaron.
Para el sindicato, la creación de un ministerio con competencias específicas en Vivienda -el cuarto en democracia- es una “buena noticia” porque “después de toda la lucha en las calles de los movimientos por el derecho a la vivienda” han logrado “poner este tema en la mesa y darle la prioridad que necesita”.
La organización cree que el anterior Gobierno “se dejó los deberes de asegurar el derecho a la vivienda” pues es algo que “nunca llegó a cumplir” porque “sus propuestas e intervenciones fueron poco arriesgadas y no se atrevieron realmente a meter mano dura al mercado de la especulación”. “Empezamos la segunda legislatura de este Gobierno de coalición con muy poca confianza en las instituciones y se la tendrán que volver a ganar”, recalcaron.
Desde el sindicato reclamaron que la “única medida” que va a “empezar a solucionar el problema actual” es “bajar los alquileres directamente al 50%, que es donde deberían estar, después de que hayan subido en los últimos 10 años más del 60%”.
Asimismo, indicaron que la Ley de Vivienda que aprobó el Gobierno en mayo no es una norma “suficiente y que realmente responda con contundencia y urgencia a la necesidad que tenemos la población inquilina”. El Sindicato de Inquilinos no defiende rebajar los precios por la vía de la construcción de más viviendas, ya que su foco es un “enfoque de decrecimiento, no de seguir construyendo megaciudades cada vez más contaminadas y menos conectadas”.
También creen que no se deben gravar más las viviendas vacías, sino prohibir que existan y que haya “sanciones reales”, incorporar las viviendas de la Sareb al parque público y regular “de verdad” los alquileres turísticos, temporales y de habitaciones, que son “el gran agujero negro al que ahora los rentistas están yendo para seguir especulando ante el miedo y la posibilidad de que se regulan los alquileres de vivienda habitual”.
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