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Iceta, el cuarto ministro de Cultura en el gobierno de Sánchez, se despide incluyendo el bono cultural como su medida más destacada y el caso Rubiales

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MADRID, 20 (EUROPA PRESS)

El ministro de Cultura saliente, Miquel Iceta, asumió el cargo el 10 de julio de 2021 y durante su legislatura ha sacado adelante diferentes medidas, como el Estatuto del Artista o la Ley Audiovisual, aunque su principal apuesta ha sido el bono cultural. El ministro, que también osentaba las competencias en deportes, también tuvo que lidiar con el ‘caso Rubiales’.

Iceta, que sustituyó en el cargo a José Manuel Rodríguez Uribes, entró en el Gobierno primero como titular de Política Territorial en reemplazo de Carolina Darias. En la toma de posesión de Cultura, el actual ministro saliente afirmó que España era “una gran potencial cultural” y que se daban las condiciones para “ser una gran superpotencia”.

Además de la cultural, Iceta tuvo que hacer frente al llamado ‘caso Rubiales’ y hacer frente a las críticas de quienes consideraban que se podía hacer algo más desde el Consejo Superior de Deportes. El ministro siempre defendió que el Gobierno había actuado con “diligencia” y “paso firme” pero también aseguro que habían sido “escrupulosos” en el proceso para evitar futuros recursos a la inhabilitación del presidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF).

Durante su legislatura, algunos retos a los que se ha enfrentado Iceta en los últimos meses han sido la reforma del INAEM o la celebración del Año Picasso, con polémica por la relación del artista con las mujeres. Sin embargo, en 2022, su legislatura estuvo lastrada por los ataques sufridos a museos, centro de las protestas de colectivos ecologistas para denunciar el cambio climático en el planeta.

También tuvo que hacer frente a los supuestos casos de acoso sexual de Plácido Domingo en la industria. Iceta defendió el veto del ministerio al cantante y lamentó la tardía respuesta del departamento. “Esta situación merecía una respuesta en su momento”, reconoció.

En clave audiovisual, ha disfrutado de un buen momento del cine español, tanto a nivel nacional como a nivel internacional. Durante su legislatura, Carla Simón logró hacerse con el Oso de Oro en Berlín por ‘Alcarràs’ en 2022, logrando un éxito que se le resistía al cine español desde 1983 con ‘La Colmena’ de Mario Camus.

Además, ‘Pacifiction’ de Albert Serra, compitió en la sección oficial de Cannes, algo que solo habían conseguido en el siglo XXI Almodóvar e Isabel Coixet. También ‘La piedad’ de Eduardo Casanova fue seleccionada para competir en la 56 edición del Festival Internacional de Cine de Karlovy Vary (República Checa). Anteriormente, en 2021, Penélope Cruz logró recoger el premio a Mejor Actriz por ‘Madres paralelas’ en el Festival de Venecia.

Una de las polémicas que tuvo con el sector audiovisual fue por la definición de productor independiente del proyecto de Ley General de Comunicación Audiovisual, que modificó el PSOE con una enmienda introducida en el trámite de Ponencia. El sector, que llegó a convocar protestar por la enmienda, advirtió de que la modificación ponía en riesgo 25.000 empleos.

EL BONO CULTURAL

Pese a todo, la medida ‘estrella’ de la labor de Iceta al frente de Cultura ha sido el Bono Cultural, que en julio del año pasado, se puso en marcha por primera vez para todas las personas que hubiesen cumplido 18 años ese 2022. La idea era la de solicitar 400 euros destinados al consumo de productos y servicios culturales para esos jóvenes.

Sin embargo, la medida comenzó con problemas ante las quejas de muchos solicitantes, que se encontraban con dificultades administrativas para acceder a este bono. De hecho, a lo largo del tiempo que estuvo habilitado, Cultura se vio obligada a hacer cambios como el de permitir hacer toda la gestión a través de Correos de manera presencial y no obligar a tener un certificado digital.

No fue la única crítica que recibió Iceta por esta medida, puesto que varios sectores que se quedaron fuera solicitaron entrar. En especial, el taurino, que finalmente entró en la segunda edición del bono ya que el Tribunal Supremo (TS) anuló, por falta de justificación, la exclusión de los espectáculos taurinos del ámbito de aplicación.

El pasado marzo el Gobierno aprobó la segunda edición del bono cultural. Al igual que en la edición anterior, estas ayudas de 400 euros van dirigidas a 500.000 jóvenes que cumplan los 18 años a lo largo de este año 2023. El balance que Cultura hizo de la primera edición fue “positiva”, al remarcar que la obligación principal del Ministerio era la de que “no quedara ningún joven que podía acceder al bono sin saber de esta ayuda”.

Las cifras de esa primera edición alcanzaron a un total de 281.557 jóvenes, lo que supuso que un 43,4% del total de las personas de esta edad (488.794 según el INE) o bien no lo habían solicitado o no habían completado el proceso de solicitud. En total, hubo unos 376.000 inicios del proceso para solicitar el bono por la web, aunque no todos ellos se completaron.

LA LEY DEL CINE Y LEY DE MECENAZGO, SIN TIEMPO

Tras la disolución de las cortes en el mes de mayo, el sector cultural vio como no se ponía en marcha las eyes del Cine y de Mecenazgo, que ya habían comenzado su tramitación parlamentaria.

El caso de la Ley del Cine es el más significativo, puesto que era una medida muy esperada por el sector, especialmente tras la aprobación de la Ley Audiovisual que suscitó las críticas de los productores independientes al entender que se le daba más poder a las productoras de las cadenas.

En el caso de la ley de mecenazgo, la comisión de Hacienda y Función Pública del Congreso aprobó con competencia legislativa plena a finales de abril el informe elaborado por la ponencia sobre la proposición de Ley de modificación de la Ley de mecenazgo, con el respaldo de todas las formaciones salvo Vox, que se abstuvo.

De esta manera, el texto quedaba a la espera de otra reválida en el Senado antes de su entrada en vigor. La Ley de Mecenazgo incorpora la prestación de servicios como nuevo mecanismo de colaboración con las ONG, permite una contraprestación de un máximo de 25.000 euros, e incrementa los porcentajes de deducción, modificando la norma que estaba en vigor desde hace 21 años.


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