LOGROÑO, 16 (EUROPA PRESS)
La edición número 44 del Festival de Teatro de Logroño continúa este fin de semana en el Teatro Bretón con la obra de Shakespeare ‘La comedia de los errores’, protagonizada por Pepón Nieto; y el montaje escrito por Alberto Conejero y dirigido por Xavier Albertí ‘En mitad de tanto fuego’, que nos acerca a una obra fundamental de la literatura clásica griega, ‘La Ilíada’, a partir de uno de los personajes secundarios de este poema épico, Patroclo, interpretado por Rubén de Eguía.
El sábado 18 de noviembre, a las 20,00 horas, será el turno de ‘La comedia de los errores’, escrita por William Shakespeare entre 1591 y 1592 que comienza con una sentencia de muerte y todo se convierte en una fiesta por error.
Nos encontramos en Éfeso, ciudad llena de oscuros hechiceros, brujas y charlatanes a la que llegan Antífolo y Dromio de Siracusa, amo y criado, buscando a sus respectivos hermanos gemelos. El padre de ambas parejas de palíndromos también llega a Éfeso, donde es detenido por ser un extranjero sin papeles y condenado a muerte. Sólo encontrando a sus hijos podrá salvarse.
Antífolo y Dromio de Éfeso viven en la ciudad y son confundidos con sus hermanos siracusianos. Luciana y Adriana, pareja de estos últimos, son las primeras en confundir a sus maridos con sus hermanos. A partir de aquí, errores con antiguos deudores, joyas en manos equivocadas, deudas no saldadas, van endemoniando a nuestros personajes hasta el punto de necesitar a un exorcista. Todo se enredará más y más, error sobre error, hasta la aparición de una falsa Madre Abadesa. Entonces es cuando el desastre se convierte en una fiesta.
El domingo 19, a las 19,30 horas, el escenario del Teatro Bretón acogerá ‘En mitad de tanto fuego’, un montaje escrito por Alberto Conejero y dirigido por Xavier Albertí que nos acerca a una obra fundamental de la literatura clásica griega, ‘La Ilíada’, a partir de uno de los personajes secundarios de este poema épico, Patroclo, interpretado por Rubén de Eguía.
Un monólogo que combina voces del pasado y del presente, y que es tanto una canción de guerra como un oratorio por las víctimas, un poema oscuro en el que se habla de la violencia del campo de batalla, pero también de la violencia del deseo. Porque ‘La Ilíada’ empieza con las deserciones de dos hombres que se aman y que abandonan el campo de batalla diez años después de que la guerra haya empezado.
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