MADRID, 17 (SERVIMEDIA)
Médicos internistas afirman que la obesidad debe reconocerse como “enfermedad crónica” cuanto antes y solicitan un proceso asistencial “claramente definido” para atender a los pacientes.
Así se puso de manifiesto en del 44º Congreso Nacional de Medicina Interna-15º Congreso de la Sociedad de Medicina Interna de la Comunidad Valenciana (SMICV) de la Sociedad Española de Medicina Interna (SEMI), que se celebra en Valencia.
La prevalencia de la obesidad en la población adulta española es del 23%, pero, según el ‘World Obesity Atlas 2023’, se estima que para el año 2030 será del 30% y, para el 2035, del 37%.
La obesidad es más prevalente en las autonomías del sur de España que en las del norte y, según el ‘Estudio ENPE’, la obesidad es más prevalente en varones y la obesidad abdominal se da más en mujeres. Ambos tipos de obesidad aumentan con la edad, sobre todo a partir de los 65-70 años.
Además, en niños y adolescentes, la prevalencia de la obesidad aumenta un 2,5% interanual, según diversas sociedades científicas y estamentos dedicados a su manejo.
“Los jóvenes no consultan por exceso de peso. Se ha banalizado la imagen corporal y estar excesivamente delgados se asocia a una mera cuestión estética más que a una imagen puramente médica. ”, explicó la doctora Juana Carretero, presidenta de la SEMI.
estacó que “los jóvenes han tendido a normalizar el exceso de peso y la comunidad científica no ha sabido transmitir la importancia de tener un peso normal”.
ENFERMEDAD
Según los expertos, hasta ahora se había postulado que la obesidad es un factor de riesgo para otras enfermedades y que existe el fenotipo obeso metabólicamente sano (FOMS), según el cual hay personas obesas sanas que no tienen más riesgo de desarrollar otras enfermedades.
Sin embargo, ahora se sostiene que eso no existe y que la grasa acumulada en el cuerpo siempre es disfuncional: está formada por moléculas muy grandes y, por tanto, el organismo está inflamado y enfermo.
“No podemos hablar del obeso metabólicamente sano. Debemos considerar la obesidad como una enfermedad crónica, recidivante y multifactorial”, aseveró la doctora Carretero.
Añadió que, “la obesidad no es un factor de riesgo para la diabetes y otras enfermedades cardiacas, sino que la obesidad en sí misma es una enfermedad metabólica, de la que derivan otras enfermedades metabólicas”.
Según la SEMI, las personas con obesidad pueden desarrollar enfermedades metabólicas, como la diabetes y la enfermedad metabólica hepática, además de enfermedades cardiovasculares, apnea del sueño, la enfermedad renal crónica, hasta 32 tipos distintos de cáncer, infertilidad y esterilidad, artrosis, y tienen mayor riesgo de necesitar prótesis para articulaciones deterioradas.
“Debemos cambiar el discurso desde la comunidad científica y ayudar a la población a tomar una mayor conciencia sobre el riesgo de la obesidad. El exceso de grasa corporal conlleva un importante deterioro de la salud y la calidad de vida del paciente y no es una cuestión estética, sino de salud”.
La doctora Carretero abogó por dejar de “culpabilizar” al paciente con obesidad. “En cambio, la paciente con obesidad nos consulta porque se siente culpable, afirma que no se le respeta, se le dice que está gorda -lo que no se debe hacer nunca- y que coma menos, cuando los profesionales debemos explicar que la obesidad es una enfermedad crónica”.
Además, se deben promover medidas como la educación para la salud desde la infancia, inculcando estilos de vida saludables en los colegios.
La sociedad científica aboga por que los niños salgan a jugar a la calle; que se creen ciudades más saludables “con jardines y carriles bici”; cambiar el horario laboral, para que los ciudadanos dispongan de más espacios y tiempo libre para hacer ejercicio físico; y promover la dieta mediterránea, “olvidando los platos precocinados y las prisas”.
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