MADRID, 16 (EUROPA PRESS)
La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha lanzado este jueves oficialmente la campaña ‘Stop the lies’ (‘Basta de mentiras’) como una iniciativa para proteger a los jóvenes de la industria tabacalera y sus productos, pidiendo que se ponga fin a la injerencia de la industria tabacalera en las políticas sanitarias.
Esta iniciativa se apoya en los nuevos datos del ‘Índice Mundial de Interferencia de la Industria Tabacalera 2023’, publicado por Stop y el Centro Mundial para la Buena Gobernanza en el Control del Tabaco, que muestra que los esfuerzos para proteger la política sanitaria de la creciente interferencia de la industria tabacalera se han deteriorado en todo el mundo.
La campaña de la OMS pretende amplificar las voces de los jóvenes, “desenmascarar” las tácticas de la industria tabacalera y aumentar la concienciación pública sobre la necesidad de defender las políticas sanitarias y proteger la salud de las generaciones futuras.
Grupos de jóvenes de todo el mundo pidieron a los países que adoptasen decisiones para protegerlos de las prácticas “manipuladoras” de las industrias tabacaleras y afines. “La OMS se une a los jóvenes de todo el mundo que han exigido a los gobiernos que les protejan contra una industria mortífera que les ataca con nuevos productos nocivos mientras miente descaradamente sobre sus repercusiones para la salud. Hacemos un llamamiento a todos los países para que protejan las políticas sanitarias frente a esta industria letal no permitiéndole sentarse a la mesa de formulación de políticas”, ha dicho el doctor Ruediger Krech, director de Promoción de la Salud de la OMS.
“La industria tabacalera intenta interferir en el derecho de los países a proteger la salud de las personas llevando a los gobiernos ante los tribunales u ofreciendo incentivos financieros y en especie para poder influir en las políticas de control del tabaco, incluso en la próxima Conferencia de las Partes en el CMCT de la OMS”, han insistido desde la OMS.
Así las cosas, el organismo sanitario de las Naciones Unidas ha criticado que las tabacaleras “siguen mintiendo al público, utilizando diferentes formas de difundir información errónea, incluso a través de grupos de fachada y terceros; personalidades influyentes en los medios; eventos patrocinados; financiación de científicos e investigaciones sesgadas”. Igualmente, también apoyan iniciativas de responsabilidad social corporativa.
Por todo ello, la OMS pide a los responsables políticos que “se mantengan firmes” frente a la influencia de la industria tabacalera. “Hay 183 Partes en el Convenio Marco para el Control del Tabaco que se han comprometido a hacerlo en el marco del tratado sanitario mundial”, ha expresado. La OMS apoya a los países en la defensa de las medidas de control del tabaco basadas en pruebas frente a la interferencia de la industria.
Según la OMS, la industria tabaquera tiene “un largo historial” de mentiras al público, incluso insistiendo en que fumar no causa cáncer de pulmón. “Hoy sabemos que el tabaco causa el 25 por ciento de todos los cánceres y mata a más de 8 millones de personas cada año, pero la industria persiste en comercializar lo que ellos llaman productos ‘nuevos’ y ‘más seguros’ que sabemos que son perjudiciales para la salud, mientras sigue produciendo billones de cigarrillos cada año”, ha expresado el organismo sanitario.
Dado que la mitad de los consumidores de tabaco mueren prematuramente, el mantenimiento del mercado del tabaco y la nicotina depende en gran medida de la captación de nuevos consumidores jóvenes, “y las empresas tabaqueras emplean múltiples tácticas para ganarse la confianza y el interés de los jóvenes a una edad temprana”, insisten desde la OMS.
Así, los cigarrillos mentolados y aromatizados y los cigarrillos electrónicos con sabor a caramelo y diseños llamativos han contribuido aún más a la popularización de estos productos entre las nuevas generaciones, al tiempo que muchos consumidores desconocen en gran medida los efectos negativos para su salud.
Estas empresas “invierten enormes cantidades de dinero en presionar contra las políticas de control del tabaco y financia organizaciones que promueven sus intereses”. La OMS reitera que sus estrategias, cuando no se controlan, infligen “un daño incalculable” a la salud pública. Además, la producción y el consumo de productos del tabaco y la nicotina tienen un efecto perjudicial en cascada sobre otras cuestiones “críticas” como el medio ambiente, la salud mental y el trabajo infantil.
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