MADRID, 16 (EUROPA PRESS)
El Tribunal Administrativo del Deporte (TAD) resolverá este viernes el expediente abierto al ex presidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) Luis Rubiales por el beso a la internacional Jenni Hermoso y su gesto en el palco tras la final del Mundial femenino de fútbol de Australia y Nueva Zelanda, adelanta el portal jurídico ‘Iusport’.
En su resolución del 31 de agosto, el tribunal estimó parcialmente la denuncia presentada por el Consejo Superior de Deportes (CSD) y acordó abrir expediente disciplinario a Luis Rubiales por dos infracciones que calificó como graves contra el decoro deportivo, aunque descartó la muy grave de abuso de autoridad.
Según adelantó este lunes Europa Press, Luis Rubiales solicitó el archivo y sobreseimiento de dicho expediente del TAD, que propuso dos sanciones, cada una de un año y seis meses, por considerar sendas actuaciones como infracciones graves por la Ley del Deporte y la legislación de disciplina deportiva.
En su recurso de alegaciones, de 18 páginas, la defensa de Rubiales argumentó que estas sanciones “no se corresponden” con lo razonado en el resto del texto de la propuesta de resolución, ya que, al contrario, aparecen “desconectadas” y proyectan una petición “arbitraria” e “injustificada”. En este sentido, Rubiales considera que la sanción debería ser, en el peor d elos casos, de un apercibimiento, multa o inhabilitación de tres o de seis meses.
En su alegato, el ex presidente de la RFEF denunció la “permeabilidad” e “influencia” por parte de la presión mediática y los poderes políticos del TAD, y anunció que le estarín “sirviendo en bandeja” acudir a la jurisdicción penal “en caso de que se consume una sanción por estos hechos”.
Asimismo, Rubiales lamentó que ha habido una “teatralización bestial”, una “demagogia brutal” y un “linchamiento” en su caso, así como apuntó la “coincidencia caprichosa” en el número de su expediente, el 155, con el artículo de la Constitución que aplicó el Gobierno en 2017 en Catalunya, tras la declaración de independencia por parte del Parlament.
Por otro lado, censuró y calificó como “gravísima” la filtración “malintencionada” de la propuesta de sanción de 3 años por algún miembro del TAD a la prensa, generándole “un juicio público paralelo” y una “total indefensión”.
Admitió que el gesto de tocarse los genitales en el palco fue un “acto soez”, “inapropiado” y “ordinario”, pero reiteró que iba dirigido al entonces seleccionador nacional, Jorge Vilda, y subrayó que ni dicho gesto ni el del beso a Jenni Hermoso “son contrarios a la dignidad y decoro deportivos”.
Confesó que debió omitir el beso a Hermoso, aunque volvió a insistir en que fue un gesto “mutuo” y “espontáneo” por la alegría inmensa de acabar de ganar el primer Mundial femenino de fútbol de la historia, así como que no tuvo incidencia alguna en la competición deportiva y no puede sancionarse “con la ley en la mano”.
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