CÓRDOBA, 15 (EUROPA PRESS)
Los periodistas de los medios de comunicación de Córdoba son, en esta edición, la imagen de la campaña de sensibilización que cada año impulsan el Hospital Universitario Reina Sofía de Córdoba y el Instituto Maimónides de Investigación Biomédica de Córdoba (Imibic), en el marco de la estrategia ‘Movember’, que persigue llamar la atención de la población masculina y concienciar sobre la importancia del diagnóstico precoz del cáncer de próstata, que supone en torno al 23% del total de casos de cáncer, excluyendo el de piel no melanoma.
Concretamente y según ha informado la Junta de Andalucía en una nota, la incidencia se sitúa por encima de los 100 casos por cada 100.000 habitantes y afecta sobre todo a hombres a partir de los 45 o 50 años y, ante estos datos, profesionales de las diferentes especialidades que forman parte del abordaje integral de esta patología e investigadores, junto a pacientes y periodistas, se han unido este miércoles para llamar la atención de la sociedad y recordar que en “este tumor hay factores de riesgo como la genética, la edad o la raza negra, que nos deben hacer estar vigilantes”.
Así y según ha argumentado el jefe de Urología del Reina Sofía, Francisco Anglada, “aparte de los factores ya mencionados, que aumentan el riesgo, pero sobre los que no podemos influir, sí que podemos tener en cuenta que un estilo de vida saludable lo disminuye. Además, hay que tener en cuenta que las revisiones rutinarias que se realizan en Atención Primaria ayudan al diagnóstico precoz de la enfermedad, que permitirá emprender acciones para lograr su curación”.
En este sentido, la mayoría de los pacientes que llegan a las consultas de Urología provienen de Atención Primaria, donde los médicos de Familia les han realizado una determinación del PSA, una proteína que producen las células de la próstata, ya que este tumor no suele presentar síntomas. Los resultados de este análisis indicarán la necesidad de derivar al paciente al servicio Urología del Reina Sofía, ya que un valor elevado puede estar relacionado con la presencia de un cáncer de próstata.
DIAGNÓSTICO
Una vez que la persona llega al hospital, el equipo de Urología realizará un estudio personalizado del paciente junto con el resto de especialidades implicadas en la detección y diagnóstico de este tumor. En esta primera evaluación, en la que se inicia el camino del diagnóstico, los y las profesionales de Urología tienen en cuenta multitud de factores como la edad, la elevación del PSA, la raza, etcétera. Cada año, el Reina Sofía detecta 250 nuevos casos de cáncer de próstata, realiza 1.250 consultas de pacientes con sospecha de presentar esta patología y practica unas 500 biopsias.
En función de estos criterios, el paciente puede ser atendido por Radiodiagnóstico o Medicina Nuclear, y después interviene Anatomía Patológica, de forma que, una vez confirmada la enfermedad y su alcance, se acuerda con el paciente el tratamiento más adecuado, que puede variar desde la vigilancia a otras intervenciones como la radioterapia, la cirugía o el uso de fármacos.
TRATAMIENTO Y SEGUIMIENTO
Una vez diagnosticado, se inicia un plan de tratamiento personalizado, que puede requerir también la participación de diferentes especialidades, que se determinará dependiendo del tipo de células, del estadiaje del cáncer, etcétera. En este proceso se promueve la implicación del paciente en la toma de decisiones, pues en ocasiones se dispone de diferentes opciones de tratamiento para un mismo caso.
Igualmente, distintos tratamientos pueden ser complementarios o secuenciales para conseguir un mejor control de la enfermedad. Así, el tratamiento de una persona podrá centrarse en la cirugía, en la radoterapia, en fármacos o en combinaciones de los mismos.
Según ha destacado el doctor Anglada, “en estos momentos, en los que la detección de la mayoría de los casos de cáncer de próstata se produce en estadíos iniciales, obtenemos la curación de la enfermedad en la mayoría de casos con enfermedad localizada, diagnosticados precozmente”. De ahí la importancia de la observación y participación en revisiones periódicas.
De hecho, según ha señalado el jefe de Urología del hospital, existe la posibilidad de ofrecer al paciente con un tumor de bajo riesgo la opción de la vigilancia, “evitando así los efectos secundarios de otras opciones más agresivas como la cirugía o radioterapia”.
La incorporación de la cirugía robótica, la biopsia por fusión, la suma de tecnología de altas prestaciones, como la RM o el PET, que ofrecen nuevos trazadores, no sólo para el diagnóstico, sino también para detectar una posible recidiva, se suman a los tratamientos de gran precisión que se ofrecen en Oncología Radioterápica, gracias a los aceleradores lineales de alta gama y a la utilización de la imagen guiada por ecografía, que permite monitorizar el movimiento de la próstata durante la irradiación, entre otros.
Todos ellos son avances que se han incorporado al tratamiento de estos pacientes en los últimos años, aunque aún quedan muchos retos en el camino, como el avance en la incorporación de la terapia focal, y losespecialistas explican que todas estas acciones han ayudado a obtener diagnósticos más ajustados y precoces, a disminuir las sesiones de tratamientos, el número de biopsias, a ofrecer opciones personalizadas y nuevas posibilidades en determinados pacientes con enfermedad no localizada a homogeneizar el manejo del paciente en toda la provincia, entre otras cuestiones.
FUTURO
La investigación es la otra gran línea de trabajo frente a este tumor del que se desconocen las causas. En Córdoba, gracias al Imibic, esta actividad se ha incrementado notablemente durante los últimos años, lo que supone acercar los tratamientos más novedosos a la población de referencia.
Así, en estos momentos hay activos numerosos proyectos de investigación y ensayos clínicos en todos los escenarios de la enfermedad desde el diagnóstico con el ensayo ‘Prime trial’ hasta numerosos ensayos terapéuticos en los estadios de enfermedad avanzada.
Todos estos trabajos estudian nuevos marcadores para realizar un diagnóstico más preciso y precoz, así como la mejora de las técnicas diagnósticas de imagen y de los tratamientos. Cabe destacar el logro de la financiación de un proyecto desde el ministerio de sanidad en la convocatoria 2022 de la Acción Estratégica en Salud 2021-2023, de subvenciones de Proyectos de I+D+I en salud en relación a biomarcadores proteicos y radiómica con resultados muy prometedores presentados en reuniones internacionales.
También destacan estudios colaborativos multicéntricos como Psmand, que se lideran desde Córdoba, o aquellos en los que se colabora y que están relacionados con marcadores e imagen para diagnóstico o registros nacionales de Vigilancia activa como AEU-PIEM/2014/000, mientras que, en el campo de los ensayos clínicos, Córdoba desarrolla un importante trabajo a través de las diferentes disciplinas implicadas en el abordaje de este tumor.
Así, por ejemplo, los profesionales del Reina Sofía y del Imibic trabajan en estudios multicéntricos para la evaluación de la resonancia magnética, como el ensayo ‘Prime trial’, cuyos resultados finales serán pronto conocidos, pero del que ya se han visto resultados en la capacidad de mejorar la calidad de las imágenes de la resonancia magnética, destacando también proyectos que el doctor Raúl Luque lidera junto con el Grupo de Oncobesidad y Metabolismo (Grapcan).
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