MADRID, 14 (EUROPA PRESS)
El dermatólogo Salvador Arias Santiago, jefe del Servicio de Dermatología del Hospital Universitario Virgen de las Nieves de Granada, ha subrayado que la sequedad de la piel y el picor pueden ser síntomas de una diabetes no diagnosticada.
Así se ha pronunciado durante un webinar organizado por el Instituto de Formación ISFOS, en el marco de la campaña ‘En la piel de la enfermera’, iniciativa del Consejo General de Enfermería y CeraVe. “La diabetes es una enfermedad muy frecuente, con una clínica característica como es comer más cantidad de lo habitual (polifagia), tener un volumen de orina excesivo (poliuria), ingerir mucha agua (polidipsia) o cambios en el peso. Pero, más allá de estos síntomas, es cierto que puede manifestarse a través de otros órganos y uno de ellos es la piel”, ha subrayado.
Entre los signos dermatológicos que pueden asociarse a la diabetes, este experto ha diferenciado entre aquellas enfermedades asociadas a la diabetes como la dermopatía diabética o la necrobiosis lipoídica, y los cambios cutáneos secundarios a la misma, como la sequedad de la piel, el picor, la presencia de pequeñas exulceraciones, la hiperqueratosis folicular o un mayor riesgo de infecciones por hongos o bacterias.
Estos últimos son precisamente los más frecuentes, pero, al ser más inespecíficos, puede pasarse por alto su posible relación con la diabetes. Por ello, “ante este tipo de sintomatología es importante descartar que se trate de una diabetes subyacente”, ha afirmado. Hasta un tercio de las personas que presentan esta enfermedad crónica tienen problemas de piel como xerosis (sequedad) o picor.
CUIDADOS, PREVENCIÓN Y EDUCACIÓN
Además de ser un indicador, esta sintomatología requiere de cuidados específicos. Como ha advertido el enfermero Justo Rueda López, del CAP Terrassa Nord de Barcelona, si no se cuida bien la xerosis o las pequeñas úlceras de un paciente con diabetes, “estas pueden evolucionar a un pie diabético y llegar a ser muy graves, acabando incluso con la amputación de un dedo”.
Para este enfermero, es “fundamental” que en consulta se pregunte a los pacientes si presentan alteraciones de la piel como picor o prurito, porque pueden ser un indicador de patologías como la diabetes. “En el caso del picor, sabemos que este es uno de los primeros signos con los que debutan estos pacientes”, ha advertido.
Asimismo, ha hecho hincapié en el concepto de ‘diabesidad’, es decir, en la asociación que existe entre diabetes y obesidad. “Estudios recientes muestran que el 7 por ciento de la población adulta en edad laboral presenta diabesidad. La obesidad en la diabetes supone un problema añadido también desde un punto de vista dermatológico porque son personas más propensas a infecciones cutáneas como impétigo, infecciones por hongos y candidiasis en pliegues, entre otras”, ha asegurado.
Por ello, desde la enfermería, ha instado a realizar “un esfuerzo adicional” en la prevención para reducir la tasa de obesidad y “reeducar” a la población en cuestiones relacionadas con la alimentación, el control del sobrepeso y los elevados niveles de glucemia.
- Te recomendamos -