MÁLAGA, 14 (EUROPA PRESS)
La XIV edición del Congreso Internacional para el Estudio de la Violencia contra las Mujeres, ha tenido lugar en Fymca Palacio de Ferias y Congreso de Málaga, donde ha reunido a cerca de mil personas. En el evento se ha destacado la labor de la periodista Chary Sánchez, “que lleva casi nueve años luchando por una Educación Emocional Digital como medida de prevención en los adolescentes para detectar la violencia de género en línea”, según han explicado.
Desde el congreso han recordado que “este proyecto aún no se ha implantado en los centros educativos pese al conocimiento de los organismos y reconocimiento del Ministerio de Igualdad”.
La periodista “sigue luchando con su proyecto por responsabilidad ciudadana” ya que ella “ha vivido en primera persona todas las emociones negativas dentro de una relación tóxica” y actualmente, desde “su experiencia y compromiso personal”, quiere concienciar a los adolescentes sobre “reconocer y detectar a tiempo si están dentro de una relación con síntomas de Violencia de Género”.
En este sentido, Sánchez ha expuesto que, “si no les explicamos a los adolescentes qué contenidos es violencia de género y cuáles no dentro de una relación sentimental, jamás van a detectar un golpe en línea y mucho menos denunciar”. “La mayoría desconocen situaciones peligrosas porque han normalizado, los insultos, manipulaciones, el control en línea y la geolocalización, entre otros, lo sienten como un síntoma de amor”, ha apuntado.
La periodista también ha llevado a cabo una campaña llamada ‘Golpes en línea’, que posee el lema “Ni golpes que duelan, ni mensajes que hieran”. La acción fue reconocida con el premio Menina contra la violencia de género en 2017, junto a su primer libro ‘Me conformo con verte en línea’.
En este sentido, Sánchez ha comentado que “quizás me adelante con mi investigación”, ya que, según explica, “cuando la gente se estaba introduciendo en las aplicaciones y redes, yo ya estaba investigando los peligros emocionales y los quebraderos de cabeza que te podían ocasionar un amor digital y ahora, años más tarde, se está tomando conciencia de mi investigación”. “Tengo que reconocer que tengo todo el trabajo hecho, solo hace falta implantarlo en las centros educativos y darle voz, porque cuerpo ya tiene”, ha concluido.
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