MADRID, 10 (EUROPA PRESS)
La activista iraní Narges Mohamadi, premio Nobel de la Paz en 2023, ha puesto fin a su huelga de hambre para protestar por la obligatoriedad del velo desde la prisión de Evin, en Teherán, donde permanece retenida por varios delitos que, según organizaciones de Derechos Humanos, guardan relación con su activismo político.
Mohamadi, que acumula una pena total de 31 años de cárcel tras ser condenada en hasta cinco ocasiones por distintos delitos, entre ellos conspirar contra la República Islámica, inició el lunes una huelga de hambre después de denunciar que las autoridades iraníes le han impedido ingresos hospitaliarios por negarse a llevar el velo.
Sus familiares han informado en su perfil de Telegram que la activista finalmente pudo ser ingresada en el hospital “sin usarhiyab”. “Fui (…) en medio de docenas de fuerzas de seguridad y luego regresé”, indicó el jueves en un mensaje en la red social.
Varias presas, entre ellas la escritora Golroj Iraee y la periodista Vida Rabbani, han iniciado este viernes huelgas de hambre en solidaridad con Mohamadi, quien fue galardonada en mayo de este año con el Premio Mundial a la Libertad de Prensa de Naciones Unidas, junto a sus colegas iraníes Niloofar Hamedi y Elaheh Mohammadi.
Familiares y allegados de la activista han pedido en innumerables ocasiones la excarcelación de Mohamadi por motivos humanitarios tras el ataque cardíaco que padeció el año pasado y por el que acabó sometida a una operación de urgencia.
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