MADRID, 27 (SERVIMEDIA)
La vicepresidenta primera del Gobierno y ministra de Asuntos Económicos en funciones, Nadia Calviño, se reafirmó este viernes en que el PIB avanzará un 2,4% en 2023, y rechazó que la desaceleración económica registrada en el segundo y el tercer trimestre haga tambalear la previsión macroeconómica del Ejecutivo para el conjunto del año.
En estos términos se pronunció en una entrevista en RNE recogida por Servimedia tras conocer los datos de contabilidad trimestral publicados por el Instituto Nacional de Estadística (INE), que ha corregido a la baja el crecimiento del segundo trimestre (del 0,5% al 0,4%) y ha estimado que el PIB prosiguió su desaceleración en el tercero, cuando se expandió un 0,3%, la peor tasa desde el primer trimestre de 2022, según el dato avanzado.
Calviño enmarcó este dato en “el contexto tan complejo” que se vive a nivel internacional y europeo, y opinó que “confirma la fortaleza de la economía española”. Señaló que el avance del 0,3% en el tercer trimestre está “alineada con la previsión para todo el año” que trasladó a la Comisión Europea en el plan presupuestario y rechazó así que la desaceleración económica ponga en peligro su cuadro macroeconómico.
“España es uno de los motores del crecimiento en Europa”, apostilló la vicepresidenta primera, quien afirmó que el dato de crecimiento en el tercer trimestre es “muy notable” en el actual contexto de incertidumbre internacional y subida de tipos de interés. En este sentido, recordó que España volverá a ser la gran economía del euro que más crecerá en un año en el que podría haber “situaciones de recesión en algún país” comunitario.
TIPOS DE INTERÉS
Por otro lado, preguntada por la decisión del Banco Central Europeo (BCE) de frenar el endurecimiento de la política monetaria y mantener el tipo de las operaciones principales de financiación en el 4,5%, Calviño reconoció que es una noticia “positiva”, más ante la reducción de las presiones inflacionarias en Europa.
No obstante, señaló que la política monetaria no ha tenido un efecto “muy negativo” sobre la economía española, que “mantiene un crecimiento muy fuerte”, aunque reconoció la afectación que la subida de tipos ha tenido sobre el coste de vida de las familias y la inversión de las empresas. Por ello, ante la reducción de la inflación en la eurozona, considera que “no haría falta seguir con una política contractiva” y avala la decisión del BCE.
- Te recomendamos -
