MADRID, 26 (SERVIMEDIA)
Repsol advirtió este jueves de que “la falta de estabilidad en el marco regulatorio y fiscal del país podría condicionar los futuros proyectos industriales de Repsol en España”, ante la posible continuidad del impuesto extraordinario a las energéticas.
La compañía notificó este jueves a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) sus resultados correspondientes al periodo que va de enero a septiembre de este año, cuando ganó 2.785 millones, un 14% menos.
En la nota de prensa hizo referencia a las inversiones que está realizando en España y a la posibilidad de que se mantenga el impuesto extraordinario a las energéticas, dado que PSOE y Sumar han pactado extenderlo más allá de 2024 si vuelven a gobernar.
Esa posibilidad de mantenerlo “castiga a las empresas que, como Repsol, invierten en activos industriales, generan empleo y garantizan la independencia energética del país. En cambio, favorece a los importadores que no generan empleo ni actividad económica relevante en España”, criticó la energética. Por ello, advirtió de que “la falta de estabilidad en el marco regulatorio y fiscal del país podría condicionar los futuros proyectos industriales de Repsol en España”.
Repsol destacó que en los nueve primeros meses del año invirtió 4.362 millones, un 82% más respecto al año pasado, principalmente en proyectos bajos en carbono. La compañía estima que el 35% de lo invertido en el año 2023 se destine a iniciativas bajas en carbono y asegura que el foco principal en estos primeros nueve meses del año siguió estando en España, donde se empleó un 41% del monto total, y Estados Unidos, donde se dirigieron un 37% de las inversiones.
La compañía prevé finalizar este año con una inversión orgánica de 5.200 millones aproximadamente para que sus instalaciones industriales, cinco de ellas situadas en España, fabriquen productos con baja, neutra e incluso negativa huella de carbono.
Del mismo modo, indicó que hasta septiembre aportó a las arcas públicas 10.890 millones y cerca del 70% correspondieron a España. Los tributos propios devengados ascendieron a 3.206 millones y representaron más de la mitad de los beneficios (52%). Además, la compañía contribuyó durante el período con una tasa del impuesto sobre Sociedades del 37%, “muy por encima del tipo nominal aplicable en España −del 25%− y de la media de los países de la OCDE”. Enfatizó que, de esta manera, Repsol es la empresa del Ibex-35 “que más impuestos pagó en el país”.
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