MADRID, 23 (EUROPA PRESS)
El vicepresidente de la Asociación Española de Ingeniería Hospitalaria (AEIH), Luis Fernando Talavera, ha recomendado el uso de bombas de calor alimentadas por electricidad para producir calefacción en los hospitales en lugar de calderas de combustibles fósiles, ya que “consumen un 70 por ciento menos”.
“Esto ya de por sí es un ahorro muy importante para los centros. Pero, por otro lado, también hay que tener en cuenta que, con bombas de calor, lo que antes producíamos quemando directamente ‘gasóleo’ en caldera y emitiendo directamente por la chimenea, lo hacemos con electricidad. Si esa electricidad proviene de fuentes renovables, no es ya que reduzca solo la eficiencia de la máquina en sí, sino que además la fuente de energía puede ser renovable”, ha destacado el experto.
Durante su participación en el I Foro de la Alianza Médica contra el Cambio Climático, organizado por el Consejo General de Médicos y la Fundación para la Formación de la OMC (FFOMC), Talavera ha señalado que el objetivo de propuestas, como la de las bombas de calor, es reducir las emisiones de carbono a la atmósfera en la actividad sanitaria.
Talavera ha puesto como ejemplo que algunos hospitales en Canarias ya han puesto en marcha el uso de bombas de calor, “donde ya hemos reducido el consumo de ‘gasoil’ un 60 o un 65 por ciento, solo cambiando la tecnología y poniendo bombas de calor, y teniendo las calderas solo como reserva”.
“Esto es un cambio de tecnología que es relativamente económico”, ha indicado Talavera, que ha asegurado que “es bueno para el mundo por su menor contaminación y para la economía de la ciudad”.
Durante su intervención en la mesa redonda ‘Descarbonización del Sistema Nacional de Salud’, el vicepresidente de AEIH también ha informado que el 80 por ciento de las emisiones de efecto invernadero que producen los hospitales en España provienen de los productos o materiales que se necesitan para llevar a cabo la actividad hospitalaria, de los cuales el 70 por ciento proceden de los medicamentos, y el 30 por ciento de otros productos sanitarios.
“La mayor parte de las emisiones que se pueden asignar al hospital de gases de efecto invernadero provienen de los consumos de los materiales o de los fármacos necesarios para llevar a cabo la actividad. Eso quiere decir que, además de hacer acciones internas con instalaciones y funcionamiento del hospital, tenemos que trabajar con los proveedores y cómo compramos y cómo valoramos nuestras compras”, ha informado.
RECICLAJE DE MEDICAMENTOS
Por su parte, el consejero delegado de SIGRE, Humberto Arnés, ha manifestado durante su intervención que el sector farmacéutico está “ampliamente comprometido” contra el cambio climático. “Estamos intentando, a través de una gestión medioambiental de los restos de medicamentos y los envases, que esos efectos devastadores, por lo menos por la contribución del medicamento, sean los menores”, ha añadido.
En este sentido, Arnés ha destacado el papel del reciclaje de envases y residuos de medicamentos caducados o en mal estado en los Puntos SIGRE y ha señalado que “el hábito del reciclaje de medicamentos se ha instaurado ya en la conciencia colectiva de nuestros ciudadanos, puesto que un 85 por ciento de los mismos lo conocen”.
Además, Arnés ha explicado que la industria “trata de poner en el mercado envases cada vez más sostenibles, más ecológicos, evitando o poniendo envases con menos gramaje, con menos peso, menos volumen, utilizando materiales que puedan ser más reciclados o adaptándose mucho mejor a las posibilidades de reciclar los materiales que forman parte”.
El consejero delegado de SIGRE ha concluido su intervención valorando el trabajo que ha llevado a cabo la entidad sin ánimo de lucro creada por el sector farmacéutico durante sus 22 años de funcionamiento.
“Hemos logrado ahorrar más de 400 millones de kilovatios por hora. Eso representa el consumo eléctrico de una ciudad media española como puede ser Cádiz. Además, hemos logrado también evitar la tala de un equivalente a 200.000 árboles. Representa aproximadamente 10 Parques del Retiro y hemos evitado también la emisión de 85.000 toneladas de CO2, por lo tanto, creemos que, aunque modestamente, desde siempre estamos contribuyendo a ese objetivo compartido”, ha finalizado.
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