MADRID, 23 (SERVIMEDIA)
Alrededor de 2,3 millones de euros en subvenciones públicas recibió la Fundación del Toro de Lidia durante el último lustro, según la Base de Datos Nacional de Subvenciones, gestionada por el Ministerio de Hacienda y Función Pública.
Esa base de datos apunta que la Consejería de Cultura, Turismo y Deporte de la Junta de Castilla y León repartió 1.192.000 euros desde 2020 para que la Fundación del Toro de Lidia realice circuitos anuales de novilladas.
Además, la Junta de Andalucía ha concedido 667.500 euros desde 2021 a través de la Consejería de Presidencia también para circuitos regionales de novilladas.
En la relación de subvenciones concedidas también figuran diputaciones, ayuntamientos o el Estado como entidades que otorgan ayudas.
Así, el Ministerio de Cultura y Deporte ha repartido 140.000 euros desde diciembre de 2018 para actividades de “difusión digital” de la tauromaquia.
Otras administraciones públicas son la Junta de Extremadura (132.000 euros); las diputaciones de Almería (15.000), Badajoz (63.000), Cáceres (63.000) y Málaga (59.930), y los ayuntamientos de Antequera (10.000) y Córdoba (5.000).
“PRIORIDADES”
Según el Partido Animalista Pacma, estos fondos provenientes de recursos públicos plantean preguntas sobre la asignación de recursos públicos y su correspondencia con las “prioridades y valores de la sociedad actual”.
El Pacma reconoció este lunes la “legalidad” de las subvenciones, pero abogó por una “revisión crítica” de esas asignaciones en relación con “la sensibilidad social y la ética en el uso de fondos públicos”. “La tauromaquia está recibiendo unas cantidades de dinero importantísimas, a pesar de la negativa de una gran parte de la sociedad a considerarla una actividad cultural y a ser frecuentada por cada vez menos aficionados”, indicó Yolanda Morales, portavoz de la formación.
Morales añadió: “Aunque es muy difícil determinar con exactitud cuántos millones de euros se destinan a los toros, se estima que las cifras no son bajas y que no van en descenso progresivo, sino todo lo contrario; cada vez hay menos afición, pero parece haber más ayudas públicas”.
Por último, el Partido Animalista sostuvo que el dinero invertido en “una afición minoritaria y cruenta” debería ser redirigido al fomento de otras actividades culturales que “enriquezcan al conjunto de la sociedad y aporten valores acordes al siglo en que vivimos”.
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