La consellera de Justicia, Administración Pública, Reformas Democráticas y Libertades Públicas, Gabriela Bravo, ha mostrado este lunes a la presidenta del Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat Valenciana (TSJCV), Pilar de la Oliva, y al fiscal superior, Antonio Montabes, el edificio que la Generalitat ha alquilado para que albergue provisionalmente las instalaciones del TSJCV mientras duran las obras de rehabilitación de la Real Casa de la Aduana.
El edificio elegido está en pleno centro de València, en el número 2 de la calle Historiador Chabás, y ya fue sede de la Conselleria de Gobernación hasta el año 2014. Se trata de un inmueble de cuatro plantas más sótano-garaje de más de 3.000 metros cuadrados útiles.
La Generalitat pagará 25.000 euros mensuales de alquiler durante cinco años con una carencia de ocho meses y un plazo estimado de cinco años. La quinta anualidad tendrá una renta de 30.000 euros mensuales.
El contrato de alquiler contempla el periodo de carencia para que la conselleria de Justicia pueda tramitar el proyecto y actualizar el edificio a las necesidades del TSJCV. Se trata de unas obras menores de adecuación para la nueva función que se prolongarán durante cuatro meses.
El Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat Valenciana está ubicado en el edificio de la Real Casa de la Aduana, que se construyó entre 1758 y 1802. En 1828 se transformó en fábrica de tabacos y en 1914 se adaptó el inmueble para convertirlo en una sede judicial. A lo largo del tiempo se han hecho innumerables intervenciones parciales de todo tipo hasta su declaración como Bien de Interés Cultural y en especial el conjunto escultórico obra de Ignacio Vergara (autor de la portada del Palacio del Marqués de Dos Aguas).
La consellera ha explicado que el edificio, dada su antigüedad, “adolece de importantes carencias, como instalaciones de suministro obsoletas, problemas de climatización y es completamente ineficiente en materia energética”. A esto hay que sumar un sinfín de desperfectos y parches que se han ido llevando a cabo con los años, Por ese motivo, según la consellera, “planteamos una inversión de más de 25 millones de euros para acometer una reforma integral del edificio que se prolongará durante cinco años”.
Para la consellera, “desde el primer día se asumió que el Alto Tribunal Valenciano debe tener una sede digna de su función e importancia como la institución jurídica más importante de la Comunitat Valenciana y, dado que las obras de reforma y rehabilitación durarán entorno a los cinco años, no nos valía cualquier edificio”.
De esa forma se descartaron otras posibilidades de inmuebles propiedad de la Generalitat en las calles Amadeo de Saboya, Colón o la plaza del Ayuntamiento de València porque “no reunían las condiciones”.
La Real Casa de la Aduana tiene una superficie de 14.000 metros cuadrados pero para albergar provisionalmente el TSJ sólo hacía falta un inmueble de unos 3.000 metros cuadrados construidos.
Este edificio debía estar situado en un lugar céntrico de la ciudad de València, con buenas comunicaciones por transporte público y que pudiera ser dedicado en exclusiva a su nueva función para evitar interferencias y por razones obvias de seguridad.
Además, debía ser un edificio accesible (o susceptible de ser adaptado) y con acceso público a pie llano desde la calle.
El edificio provisional albergará la Presidencia y la Secretaría de Gobierno del TSJ, la Fiscalía, las salas de lo Social, lo Contencioso Administrativo y lo Civil y Penal, así como los servicios comunes y otras dependencias auxiliares.
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