MADRID, 13 (SERVIMEDIA)
Farmamundi anunció este viernes su fondo de emergencias y el convenio con la Xunta de Galicia para atender la “grave situación humanitaria” que vive Gaza con el objetivo de conseguir alimentos para 5.500 desplazados internos en la franja.
Lo hizo a través de un comunicado en el que expuso que la operación de alimentos Agencia de la ONU para los Refugiados Palestinos (Unrwa) “sigue en suspenso” en un momento en el que las tiendas de Gaza avisan de que “sus reservas de harina y otros alimentos básicos empiezan a escasear y podrían durar tan solo una semana más”.
Ante esta situación, la responsable de Acción Humanitaria y Emergencias en Farmamundi, Tania Montesinos, explicó que la organización y Labour Resources Center entregarán “más de 800 unidades familiares en situación de máxima vulnerabilidad de la Franja de Gaza, incluido el campo de población refugiada de Jabalia”. Entre otros productos, continuó, “se van a comprar cereales, leche, latas y alimentos no perecederos, debido al corte del suministro eléctrico”.
Farmamundi puso de manifiesto que hasta el lunes más de 187.000 personas había abandonado sus hogares en Gaza y alrededor de 800 viviendas habían sido destruidas o dañadas. También han quedado dañadas las instalaciones de agua, saneamiento e higiene, lo que ha afectado a la prestación de servicios a más de 400.000 personas en la ciudad de Gaza y en el norte de la franja.
Tania Montesinos recabó datos de la ONU para concluir que desde el sábado “se han producido 13 ataques contra instalaciones sanitarias en la franja de Gaza”, unas acciones que “han causado seis víctimas mortales entre el personal sanitario, cuatro heridos y han afectado a ocho instalaciones sanitarias y nueve ambulancias”. Del mismo modo, añadió, “se han reducido las horas de electricidad a tres o cuatro al día”.
Farmamundi expuso dos ejemplos recabados por la ONG palestina Labour Resources Centres, con la que trabaja desde 2014, para ilustrar la “inseguridad alimentaria” que se vive en Gaza: la posible pérdida de 35.000 litros de leche diarios por el hecho de que ésta “no puede comercializarse a las fábricas de productos lácteos” y el riesgo que supone para “más de 4.000 pescaderías” del “cierre por mar” del enclave.
Por último, manifestó su preocupación por el “limitado acceso a los servicios sanitarios” como consecuencia de “las dificultades de desplazamiento y los atentados contra los servicios de ambulancia”.
Tania Montesinos concluyó señalando que “los hospitales registran una afluencia sin precedentes de pacientes traumatizados”, lo que provoca que “el personal sanitario está desabordado” y haya “una necesidad de urgente de artículos médicos desechables, así como del combustible necesario para los generadores de reserva”.
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