MADRID, 10 (SERVIMEDIA)
La patronal de fabricantes Anfac presentó este martes una batería de propuestas para el vehículo industrial y autobús, entre las que figura extender hasta 2026 las ayudas del Plan Mitma Moves para achatarramiento de los vehículos pesados más antiguos y contaminantes.
En su hoja de ruta para estos vehículos, Anfac pide que se priorice ante todo el cobro de las ayudas de forma rápida, además de eliminar costes administrativos superfluos. Recuerda que en 2022 apenas el 0,7% del mercado de los vehículos industriales matriculados fue electrificado, y en el caso de los autobuses se alcanzó solamente un 6% de las ventas totales.
Asimismo, la patronal considera necesario poner en marcha un plan específico de renovación de flotas municipales para el horizonte 2024-2026.
En materia de fiscalidad, aboga por medidas como las deducciones en el impuesto de sociedades por la compra de vehículos pesados de bajas emisiones, la mejora de su amortización o la exención en el impuesto especial sobre la electricidad para la recarga de vehículos, que cree esenciales para garantizar la transición energética del transporte.
Como medida transversal, la asociación aboga por la creación, junto con la Administración, de una Mesa de Trabajo para el Vehículo Industrial y Autobús a nivel nacional, en la que participen, además de los ministerios responsables de los objetivos de descarbonización sectorial e industrial, los fabricantes y comercializadores de vehículos y los transportistas de mercancías y pasajeros por carretera. A su juicio, esta mesa permitiría identificar los puntos clave que deben abordarse sobre la situación actual y poner en marcha las medidas necesarias de modo consensuado.
El presidente de Anfac, Wayne Griffiths, resaltó este martes la importancia del sector y alertó sobre la situación actual del vehículo industrial. “El transporte por carretera es clave en la vida de los españoles. Más del 90% de las mercancías se mueven en vehículos industriales y millones de personas utilizan cada día el autobús. En conjunto, genera el 4,8% del PIB nacional y 600.000 empleos directos”. Griffiths señaló que “hay un pleno compromiso por avanzar en la descarbonización, pero hay que diferenciar la descarbonización de los vehículos industriales de la descarbonización de los turismos”.
Para ello pidió que “además de establecer objetivos exigentes, se tienen que dar las condiciones necesarias. Por eso, creemos que es clave proponer una serie de medidas realistas que apoyen al sector para reducir las emisiones sin perder competitividad”.
Griffiths recalcó además que “España tiene una gran dependencia comercial y económica del transporte por carretera. Si queremos que España siga siendo competitiva en el transporte por carretera en Europa, las Administraciones han de apoyar la transición ordenada hacia la descarbonización del sector. Fijar objetivos es fácil. Lo difícil es diseñar medidas eficaces con recursos suficientes. Están en juego 600.000 empleos y la supervivencia de miles de empresas”.
Ángel Rodriguez-Lagunilla, Chief Manufacturing Officer de Iveco, quiso destacar el “enorme esfuerzo” que están realizando los fabricantes para intentar alcanzar el objetivo de descarbonización fijado, pero también advirtió de que “el camino hacia la reducción de las emisiones de los vehículos industriales es muy complejo y costoso tecnológicamente y exige mantener la neutralidad tecnológica”.
“El sector ya trabaja en diversas soluciones, obviamente la electricidad, pero también alternativas como es el biometano, el hidrógeno verde o nuevos combustibles de cero y bajas emisiones. Las empresas y transportistas han de tener soluciones de movilidad eficientes, pero también competitivas porque el vehículo es su herramienta de trabajo. Hemos prestado mucha atención al vehículo ligero, pero la descarbonización de los vehículos industriales y autobuses necesita también su propia hoja de ruta”, argumentó.
- Te recomendamos -