MADRID, 10 (SERVIMEDIA)
El Gobierno espera que el gasto en pensiones vaya incrementándose progresivamente y que alcance el 14,7% del producto interior bruto (PIB) en 2050, lo que haría que permaneciera por debajo del 15,1% que la nueva legislación contempla como tope para que se active un mecanismo automático que obligaría a adoptar medidas para garantizar la sostenibilidad del sistema y que principalmente irían encaminadas por la vía de incrementar los ingresos.
Así lo recoge el informe ‘Proyecciones del Gasto Público en Pensiones en España’ que publicó este martes el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones con el que se da cumplimiento al hito 410 del Componente 30, del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia.
Las fuentes de Seguridad Social explicaron que no es necesario enviar el informe a la Comisión Europea, ya que el compromiso era publicarlo. No obstante, recordaron que las reformas de pensiones se han ido negociando también con Bruselas y que se han podido compartir documentos que dan forma a este informe.
Las proyecciones del Ejecutivo en funciones prevén que el nivel de gasto en pensiones medio durante el periodo de referencia en el 14,2% del PIB, nueve décimas por debajo del umbral que activaría el mecanismo corrector.
De acuerdo con la proyección, el momento de mayor gasto en pensiones se produciría a finales de la década de los 40. En 2050, en la proyección del escenario base sin reformas, el gasto total en pensiones contributivas sería del 14,7% del PIB, y una vez sumado el gasto en clases pasivas y en pensiones no contributivas, alcanzaría el 15,8%, por lo que sí habría que recurrir al mecanismo de ajuste. Sin embargo, una vez incorporado el efecto de todas las medidas aprobadas desde 2020, ese gasto se reduciría hasta el 14,7% del PIB, según el Gobierno en funciones.
En ese año, las medidas de fortalecimiento de ingresos supondrían en conjunto un 2,5% del PIB, por lo que el gasto en pensiones sobre PIB, corregido por las medidas de ingresos, representaría un 12,2% del PIB en 2050.
SENDA DESCENDENTE
A partir de 2050, el gasto en pensiones sobre PIB inicia una senda descendente, impulsado fundamentalmente por las dinámicas demográficas.
Por su parte, la proyección presentada aquí sitúa el nivel de gasto en pensiones medio durante el periodo de referencia en el 14,2% del PIB, nueve décimas por debajo del umbral que activaría el mecanismo corrector.
De acuerdo con las proyecciones de gasto e ingresos presentadas en este informe, este mecanismo corrector no se activaría. En concreto, las medidas de fortalecimiento de ingresos generarían de media durante el periodo un 1,8% del PIB. Con esa estimación de los nuevos ingresos, de una décima superior del nivel de referencia (1,7%), el nivel de gasto en pensiones podría alcanzar hasta el 15,1% (15+0,1) para no activar el mecanismo corrector.
Aunque el Ministerio mantiene el cálculo anterior, precisa que si se introduce la última actualización del nivel del PIB introducida por el Instituto Nacional de Estadística (INE) en la última revisión de la Contabilidad Nacional en septiembre de 2023, la estimación de gastos e ingresos sobre PIB cambia de manera sustancial.
FONDO DE RESERVA
Por otro lado, según los cálculos de la Seguridad Social, el Fondo de Reserva, conocido como ‘hucha de las pensiones’, terminará el año 2023 con 5.500 millones de euros gracias a las aportaciones del Mecanismo de Equidad Intergeneracional (MEI), un recargo en las cotizaciones de empresas y trabajadores. Asimismo, los ingresos por cotizaciones crecerán en torno al 9%.
“Todo ello ha contribuido a la reducción del déficit de la Seguridad Social, que se sitúa en su nivel más bajo desde 2013 y se encamina al equilibrio presupuestario”, explican fuentes ministeriales.
EVOLUCIÓN DEMOGRÁFICA
El documento repasa las medidas de las reformas en materia de pensiones acometidas durante la pasada legislatura y aventura un “leve crecimiento” de la población total en las próximas décadas, hasta los 52,4 millones de habitantes en 2050,pero con un “fuerte cambio” en su composición por edades. El documento calcula que la esperanza de vida de las mujeres será en 2050 de 91,4 años y de 87,1 años en el caso de los hombres.
Estos supuestos sobre la evolución de las variables demográficas se traducen no solo en un cambio en el tamaño de la población, sino también en un cambio en su estructura por edad. De acuerdo con estas proyecciones, en 2050 los grupos más poblados pasarían a ser los grupos entre 39 y 43 años y los de 69 y 74, y se apreciaría una reducción de la población joven de entre 12 y 18 años.
En este sentido, Seguridad Social espera que la tasa de fecundidad vaya convergiendo de forma “suave” hacia la media europea, aunque fuentes del Ministerio precisaron que ello no es clave para el futuro de las pensiones de aquí a 2050. Por ello, el aumento poblacional vendrá de la mano del crecimiento de la tasa de migración, que tendría de media para España un saldo positivo de unas 300.000 personas al año.
MERCADO LABORAL
El Gobierno también augura que se producirá un incremento gradual de las tasas de ocupación en consistencia con las tendencias observadas en la población joven, gracias a la reforma laboral y al “progresivo tensionamiento” de los mercados de trabajo.
En concreto, la población activa entre 20 y 64 años crecerá desde casi 23 millones de personas en 2023 hasta 24,23 millones en 2035; y a partir de este momento experimenta cambios hasta alcanzar en el año 2050 una cifra de 23,23 millones de personas. La tasa de actividad pasaría del 79,4% actual al 84% en el año 2050.
En cuanto a la población ocupada de entre 20 y 64 años se prevé un aumento de casi diez puntos porcentuales en la tasa de ocupación entre los años 2022 y 2050, pasando del 69,7% al 79,4%. “Este aumento en la tasa de ocupación es consecuencia de las reformas en el ámbito laboral, e incorpora el efecto del despliegue de las medidas de jubilación demorada aprobadas en 2021”, indica el informe.
Si se profundiza en el comportamiento de la tasa de ocupación en el tramo comprendido entre los 65 y los 74 años, el más impactado por las medidas de demora, se observan grandes diferencias según la edad. Las tasas de empleo de los de 65 y 66 años son las que experimentan un mayor aumento por el progresivo incremento de la edad ordinaria de jubilación hasta los 67 años que se culminará en 2027.
Por otra parte, el informe resalta que los nuevos incentivos de demora y los cambios en la jubilación anticipada están modificando el comportamiento de los nuevos pensionistas y la edad efectiva ya es de 65 años. Así, se afianza la tendencia a retrasar la jubilación en la anticipada voluntaria y ya solo el 18% adelantan el máximo posible (24 meses) frente al 46% en 2021 y el 26% en 2022. En dos años, la edad media de jubilación de quienes solicitan la anticipada ha aumentado de 63,5 a 63,9.
En consecuencia, el comportamiento futuro de la tasa de desempleo se espera que sea favorable en todos los tramos de edad. Por ejemplo, para el tramo de edad comprendido entre 20 y 64 años, la tasa de desempleo varía entre el 12,2% en 2023 y el 5,5% en el año 2050.
En líneas generales, el Ejecutivo espera que el paro sea de media del 11,4% hasta 2023; del 8,7% en la década de 2030; del 6% en los 2040, y del 5,5% de 2051 en adelante.
ESCENARIO MODERADO
Ante este escenario, las fuentes del Ministerio de Seguridad Social consideran que su escenario central es algo más optimista que el de la Agencia Independiente de Responsabilidad Fiscal (Airef) pero, en cambio, el más positivo es más “conservador” que el de la Airef.
Tampoco esperan que los fondos de la ‘hucha’ de las pensiones se empiecen a utilizar para sostener parte del sistema hasta 2032, como marca la actual legislación.
Finalmente, desde Seguridad Social auguran que el PIB pueda mantener ritmos de crecimiento positivos, así como el mercado laboral, apoyados ambos en un aumento de la productividad que estará muy relacionada con las inversiones que se están realizando con los fondos europeos y las reformas del plan de recuperación.
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