MADRID, 10 (EUROPA PRESS)
Las adolescentes tienen peor salud mental y bienestar en todos los ámbitos en comparación con los niños, según revela un nuevo informe de una encuesta de la Oficina Regional de la Organización Mundial de la Salud (OMS) para Europa publicado este martes.
En este documento, las niñas obtuvieron puntuaciones consistentemente más bajas en satisfacción con la vida, bienestar mental y salud personal, y más altas en soledad, que los niños.Alrededor de una cuarta parte de las chicas de 15 años informaron sentirse solas la mayor parte del tiempo o siempre durante el último año, en comparación con aproximadamente uno de cada siete chicos. Los datos muestran que estas brechas empeoran con la edad, siendo las niñas de 15 años quienes muestran los peores resultados.
El informe, ‘Enfoque en la salud mental y el bienestar de los adolescentes en Europa y Asia central’, se basa en datos de la encuesta sobre comportamientos de salud en niños en edad escolar (HBSC) 2021/2022, que monitorea los comportamientos de salud y los entornos sociales de los adolescentes. Cuenta con casi 280.000 niños y niñas de 11, 13 y 15 años de 44 países de Europa y Asia central.
Aunque se cree que la pandemia de Covid-19 y sus medidas de contención influyeron, no son la única explicación. De hecho, la satisfacción con la vida y la autoevaluación de la salud entre los adolescentes, especialmente las niñas, ha ido disminuyendo desde 2018, incluso antes de la pandemia, mientras que ha habido un aumento de múltiples problemas de salud, como dificultad para dormir, dolores de espalda o de cabeza, o sensación de bajón desde 2014.
“Creo que hay muchas chicas que se menosprecian porque dicen: ‘¿Soy lo suficientemente buena? ¿Soy lo suficientemente fuerte? ¿Soy capaz de hacer cosas?'”, ha declarado una niña de una escuela secundaria en Escocia, cuando se le ha preguntado sobre los resultados.
Por su parte, el director regional de la OMS para Europa, el doctor Hans Henri P. Kluge ha señalado que “los desafíos que enfrentan los jóvenes hoy en día son diversos y exigentes, y van desde la crisis climática hasta las presiones académicas y las expectativas sociales, pasando por la influencia generalizada de las redes sociales”.
“Es nuestra responsabilidad colectiva garantizar que tengan el apoyo y los recursos que necesitan para afrontar estos desafíos con éxito. El mes pasado, la Oficina Regional de la OMS para Europa lanzó la Red Youth4Health, que brindará a los jóvenes un lugar en la mesa de decisiones sobre su salud y bienestar. Hoy, en el Día Mundial de la Salud Mental, nos unimos para enfatizar la importancia crucial de la salud mental de los jóvenes”, ha apuntado.
La encuesta también ha encontrado que un tercio de los adolescentes se sintieron nerviosos o irritables más de una vez por semana en los últimos seis meses. Uno de cada cuatro ha informado dificultades para dormir (29%) y/o sentirse deprimido (25%). Uno de cada cinco (20%) ha informado dolores de cabeza frecuentes más de una vez por semana.
El informe también reitera que el nivel socioeconómico es un indicador de la salud mental, siendo la salud general peor entre los adolescentes de familias menos acomodadas.
Estos hallazgos ponen de manifiesto la importancia de intervenir tempranamente. Si bien no todos los adolescentes que reportan malos resultados de salud mental necesitarán tratamiento especializado, como el de un psiquiatra, si pueden necesitar dicho tratamiento si estas quejas no se abordan de inmediato.
Las escuelas se destacan como un espacio particularmente importante para este fin, ya que en la mayoría de los países sirven como el primer punto de contacto para los adolescentes que experimentan problemas de salud mental. En este sentido, hacer que las escuelas ocupen un lugar central en algunos programas de promoción y prevención de la salud mental puede proporcionar el mayor retorno de la inversión en términos de mejorar la salud mental de niños y adolescentes.
Para los estudiantes que necesitan más apoyo especializado, las escuelas pueden derivarlos a otros servicios comunitarios, incluidos hospitales y centros comunitarios de salud mental.
“Los hallazgos de esta encuesta son aleccionadores. Los jóvenes nos dicen que no se sienten bien y nos corresponde a nosotros, como adultos y responsables de la toma de decisiones, escucharlos y actuar”, ha concluido el doctor Kluge.
Así, ha señalado que esta encuesta destaca “la necesidad urgente de intervenciones de salud mental más personalizadas para niñas y mujeres, en las escuelas y hogares”. “Y, si bien es posible que los niños no reporten el mismo nivel de problemas de salud mental, se les debe sensibilizar sobre cómo detectar signos de angustia, ansiedad o soledad, en ellos mismos y en los demás. Juntos, podemos hacer que la salud mental realmente importe en toda nuestra región”, ha concluido.
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