MADRID, 09 (SERVIMEDIA)
El Ministerio del Interior ha aumentado en España la seguridad de la comunidad judía y otros puntos sensibles del país tras el ataque de Hamás a Israel de este sábado y la respuesta ordenada desde las autoridades de este país contra quienes en la franja de Gaza han podido ordenar esta acción terrorista.
Fuentes policiales informaron a Servimedia de que, tras el ataque del sábado, se ha incrementado la vigilancia en territorio español sobre determinados puntos, lo que incluye sinagogas y otros intereses judíos, como la Embajada israelí.
Al mismo tiempo, el Rey condenó este lunes “con toda firmeza” los ataques terroristas de este fin de semana contra Israel y llamó a “hacer lo posible” para evitar “mayor sufrimiento, destrucción, desesperanza y la pérdida de más vidas humanas” en Oriente Medio.
Por su parte, el presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, también ha condenado “de forma rotunda” los ataques contra Israel. Al mismo tiempo, el ministro Exteriores en funciones, José Manuel Albares, ha confirmado que hay dos ciudadanos de nacionalidad española (Iván Illarramendi y Maya Villalobo) desaparecidos tras la ofensiva de Hamás del sábado.
NIVEL 4 DE ALERTA ANTITERRORISTA
Todo esto se produce en un contexto en que España se encuentra el nivel 4 de alerta antiterrorista, según se acordó el 26 de junio de 2015. Esa decisión se tomó a partir de un “informe de valoración de la amenaza” elaborado tras los atentados yihadistas de esas fechas en Francia, Túnez, Kuwait y Somalia.
Según informó Interior, el Nivel de Alerta Antiterrorista consiste “en una escala compuesta por varios niveles complementarios, cada uno de los cuales se encuentra asociado a un grado de riesgo, en función de la valoración de la amenaza terrorista que se aprecie en cada momento”.
Esta graduación de los niveles de alerta se fija a partir del Plan de Prevención, Protección y Respuesta Antiterrorista, que contempla diversas medidas, entre ellas la protección de determinados objetivos según la percepción del riesgo.
Entre estos puntos que suelen protegerse para evitar atentados están “instalaciones, redes, sistemas y equipos físicos y de tecnología de la información sobre las que descansa el funcionamiento de los servicios”. También se incluyen “centros y organismos públicos u oficiales, así como cualesquiera otros activos” cuya afectación pueda costar vidas humanas o alterar el funcionamiento del país.
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