Las niñas casadas tienen 5 veces más probabilidades de sufrir violencia sexual que las no casadas, que tienen además más opciones de educación
MADRID, 8 (EUROPA PRESS)
El matrimonio infantil, las barreras educativas o las diferentes violencias son algunos de los peligros a los que se enfrentan las niñas de todo el mundo, según han coincidido en señalar varias ONG por el Día Internacional de la Niña, que se celebra este 11 de octubre.
Así, World Vision ha publicado un informe que revela que los efectos del matrimonio infantil sobre las esperanzas de educación y el bienestar mental y físico de las niñas son más graves de lo que se pensaba. Titulado ‘Young and Married’, la investigación se ha llevado a cabo en Bangladesh, Mauritania, Nepal y Tanzania desde 2021 y tiene como objetivo identificar las experiencias y necesidades de las niñas y mujeres jóvenes casadas.
El informe revela que las niñas se ven empujadas al matrimonio infantil debido a las normas tradicionales de género, los sistemas educativos deficientes y la violencia física, y solo obtienen un poder de decisión limitado sobre sus vidas después.
“Cada año, aproximadamente 12 millones de niñas se casan antes de cumplir los 18 años, y quedan expuestas a un alto riesgo de sufrir abusos sexuales, violencia doméstica, depresión y detención en la educación. A veces el matrimonio infantil parece una respuesta racional a unas opciones limitadas y la mejor opción disponible para las niñas y las jóvenes, pero en ningún caso debería ser así”, denuncia la directora de Asociaciones para la Promoción y la Participación Externa de World Vision, Dana Buzducea.
El documento muestra que la pobreza y la violencia física empujan a las niñas al matrimonio: las niñas casadas tienen menos probabilidades de haber estado escolarizadas antes del matrimonio que sus compañeras solteras, que una vez casadas, tienen un 25% menos de probabilidades de sufrir violencia física.
Sin embargo, las mujeres y niñas casadas tienen más de cinco veces más de probabilidades de sufrir violencia sexual: casi el 30% de las niñas casadas de Tanzania afirman haber sido obligadas a mantener relaciones sexuales más de una vez en los últimos 12 meses.
El matrimonio es también la razón más común por la que las niñas abandonan la escuela: las niñas y jóvenes solteras tienen hasta 10 veces más probabilidades de estar escolarizadas que sus compañeras casadas. El aumento del aislamiento y la exposición a la violencia sexual también está repercutiendo en la salud mental de las niñas: las niñas y jóvenes casadas tienen un 17% más de probabilidades de declarar sentirse tristes o inútiles.
“Este informe ilustra de forma alarmante los problemas que afectan tanto a las niñas y jóvenes casadas como a las solteras. La puntuación de empoderamiento de las niñas casadas, un 70% más alta que la de las solteras, se basa en gran medida en su mayor acceso a la atención sexual reproductiva y prenatal. Las normas sociales negativas hacen que muchas niñas tengan miedo de acceder a esos servicios, incluso cuando están disponibles. Las niñas nos dijeron que, si accedían a estos servicios antes de casarse, podrían verse obligadas a precipitar el matrimonio o sufrir más violencia”, relata Buzducea.
“Ninguna niña debe ser obligada a casarse. Todas las niñas, nazcan donde nazcan, merecen tener una educación, elegir su propio camino en la vida y, como mínimo, estar libres de violencia sexual. Por desgracia, este no es el caso de millones de niñas en la actualidad. Ahora que se acerca el Día de la Niña, este informe nos muestra más que nunca la necesidad de cambiar las normas sociales perjudiciales para que las niñas sean valoradas, protegidas de todas las formas de violencia, y tengan la oportunidad de disfrutar de la vida en toda su plenitud”, concluye directora de Comunicación de World Vision, Eloisa Molina.
Por su parte, la ONG Entreculturas ha presentado un nuevo estudio, en el marco de su programa ‘La luz de las niñas’, donde abordan las barreras educativas y las diferentes violencias que sufren las niñas en Sudán del Sur. El documento recoge las experiencias de más de 150 niñas y adolescentes de Yambio, una región que acoge un gran número de personas desplazadas internas.
El informe pone de manifiesto que las niñas y adolescentes sursudanesas están expuestas a un gran número de violencias, entre las que se encuentran principalmente el matrimonio infantil, el embarazo precoz y la violencia sexual. Así, el 82,5% de las niñas entrevistadas asegura haber sufrido algún tipo de violencia a lo largo de su vida, siendo 1 de cada 8 las que ha sufrido violencia sexual, secuestro o matrimonio infantil; y 1 de cada 6, violencia física.
“Yo tenía una amiga a la que se le acercó un empresario. Ella venía de una familia pobre y no podía permitirse cubrir sus necesidades básicas. El hombre prometió ayudarla en todo lo que necesitara a cambio de favores sexuales. Al poco tiempo, se quedó embarazada y el hombre la dejó sola. Abandonó la escuela y está sufriendo sola en casa con su hijo. Me da mucha pena”, relata Tiffany, de 14 años.
Este testimonio, junto al resto que recoge el estudio, ponen voz a las cifras que maneja Naciones Unidas sobre Sudán del Sur, séptimo país del mundo con mayor tasa de matrimonio infantil en 2019, con el 52% de niñas menores de 18 años casadas. Unos datos a los que se suman los facilitados por UNICEF que indicaban que en 2020, alrededor de un tercio de las niñas del país se quedaron embarazadas antes de cumplir los 15/16 años.
El estudio también señala cómo la inseguridad forma parte de sus vidas cotidianas y cómo el 93% de las encuestadas tienen miedo a ser raptadas, violadas o asesinadas. Un fundado temor que supone un grave riesgo no solo para su integridad física, sino también para su salud mental y que queda constatado en las numerosas entrevistas que se encuentran en sus páginas, como las de Grace o Mary, de 12 y 14 años respectivamente, que temen ser secuestradas cuando van a por leña o ser violadas y contraer enfermedades de transmisión sexual.
EL PAPEL DE LA EDUCACIÓN
Según la publicación, las niñas consideran que la escuela es el espacio más seguro y la educación es una de sus prioridades en la vida. Pero, en palabras de Laura Lora Ballesta, autora del informe, “a pesar de la importancia que le otorgan, a la mayoría de las niñas les resulta difícil continuar sus estudios, principalmente por los costes derivados de la escolarización, además de otros factores como el matrimonio infantil y forzado”.
La también responsable del programa ‘La luz de las niñas’ concluye que las niñas “no tienen ningún control sobre la mayoría de decisiones que marcan el rumbo de su vida” y, por lo general, son las familias las que tienen la última palabra al decidir si una niña abandona la escuela o es forzada a casarse. Es por este motivo, por el que el estudio llama a incidir sobre estas prácticas dañinas fuertemente arraigadas, ya que son los mayores obstáculos para el desarrollo de las niñas.
A pesar de estas dificultades y de las violencias a las que están expuestas, el 100% de las encuestadas considera su educación como algo sumamente importante en sus vidas y ve la continuidad de sus estudios como una de sus principales prioridades.
Según Eunice, profesora de alguna de ellas, “las niñas no son conscientes de quiénes son, no son conscientes de su valor en la sociedad hasta que están en la escuela”. “Sin embargo, una chica que está educada, le da valor a su persona y siente que es útil para su comunidad”, asevera.
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