Se trata de “una cifra extraordinaria que constata la importancia” del humedal, subraya SEO/BirdLife
VALÈNCIA, 6 (EUROPA PRESS)
El Parque Natural de l’Albufera ha albergado en 2023 alrededor de 20.000 parejas de aves acuáticas nidificantes, “una cifra extraordinaria que constata su importancia en el contexto peninsular y europeo como humedal Ramsar de importancia internacional y espacio de la Red Natura 2000”.
El censo cubre 14.000 hectáreas de arrozales, las 3.500 ha de la laguna, las zonas de reserva y las playas. Para cubrir este amplio territorio, SEO/BirdLife coordina un equipo que incluye también al Servicio de Conservación de Ambientes Acuáticos del Ayuntamiento de Valencia y a la Oficina Técnica del Parque Natural de la Generalitat Valenciana, señala la entidad en un comunicado.
Desde SEO/BirdLife apuntan que “una meteorología más favorable en 2023 ha permitido una mejor sincronización del periodo de puestas y la inundación de los arrozales”. Con ello, los números de ánade azulón vuelven a encontrarse alrededor de las 2.000 parejas, cuando en 2022 no se alcanzaron las 1.000 por los efectos de los temporales.
El tarro blanco, el pato colorado, el porrón común y la focha común son especies que se han mantenido estables con 13, 37, 11 y 37 parejas respectivamente, pero se encuentran lejos de mostrar un estado de conservación favorable, ya que son más dependientes de la vegetación sumergida, que les sirve de alimento, y que es muy escasa debido a la excesiva carga de nutrientes en el agua. La cerceta pardilla, el pato más amenazado de Europa, mantiene las habituales cuatro parejas de los últimos años.
La organización medioambiental expresa la “preocupación” por la situación de la canastera común, especie catalogada como Vulnerable en el Catálogo Valenciano de Especies Amenazadas, que parece encontrar cada vez más dificultades para nidificar en l’Albufera. Sus lugares preferidos, las zonas desprovistas de vegetación y protegidas frente a depredación y molestias, son prácticamente inexistentes. Su población reproductora se ha reducido progresivamente, de unas 70 parejas en 2017 a poco más de una veintena en 2022 y 2023.
La cigüeñuela común, especie que nidifica principalmente en el arrozal, se ha visto beneficiada por la normalidad en la inundación en 2023: ha contado con un total de 900 parejas nidificantes, recuperando valores anteriores a 2022. La avoceta común, con 66 parejas, también se recupera y casi duplica la cifra de 2022. El chorlitejo patinegro, especie incluida en el catálogo de especies amenazadas y que cuenta con proyectos específicos de conservación coordinados por SEO/BirdLife en playas y sistemas dunares, mantiene alrededor de 60 parejas reproductoras, como en años anteriores.
FLAMENCOS
Por primera vez en la historia conocida del humedal se ha constatado la nidificación de 5.300 parejas de flamenco en el área de reserva del Racó de l’Olla, tras una numerosa presencia invernal.
“Las razones de este importante asentamiento pueden responder a la combinación de un buen estado de inundación invernal de los arrozales del parque natural con la persistente falta de agua en humedales como la laguna de Fuente de Piedra, las marismas del Odiel o Doñana, sus localidades de cría más habituales”, explica Toni Castelló, técnico de la delegación de SEO/BirdLife en la Comunitat Valenciana.
Las colonias de garzas, uno de los valores ornitológicos que otorgan mayor importancia a l’Albufera, han mostrado un ligero descenso respecto a 2022. Las 7.700 parejas totales contabilizadas en 2022 pasan a 7.350 en 2023. Esta reducción refleja, principalmente, la pérdida de uno de los núcleos de nidificación de garza real y morito común en la Mata del Fang, posiblemente tras un episodio de depredación. Por primera vez desde 2015, se reduce moderadamente la población reproductora de morito común, que pasa de las 4.100 parejas en 2022 a las 3.800 de 2023.
En el caso de la garza imperial y la garcilla cangrejera, se constata un declive de sus poblaciones. De la primera, únicamente se han detectado 21 parejas, la mitad de las censadas en los tres años previos, sin que hayan podido identificarse las causas de esta incidencia. La garcilla cangrejera se ha mantenido alrededor del centenar de parejas como en años anteriores, pero mantiene una tendencia poblacional decreciente.
Como “dato positivo”, se incrementa la población reproductora de garceta común, que pasa de poco más de 1.000 parejas en 2022 a casi 1.300 en 2023. El número de parejas para el resto de las especies de garzas se ha mostrado relativamente estable respecto a años previos: avetorillo 56, martinete 200, garcilla bueyera 1.400 y una de garceta grande.
En su conjunto, la mayoría de las especies de garzas muestran una reducción progresiva en los últimos 20 años. Análisis recientes de datos recopilados por SEO/BirdLife señalan que inundaciones cada vez más tardías de los arrozales, asíncronas con las puestas y que limitan el alimento, podrían estar reduciendo su éxito reproductivo. Especies que suelen alimentarse en los arrozales como la garceta común, la garza real y la garcilla cangrejera también podrían estar manifestando cambios en la dieta, llevándolas al forrajeo de recursoscon menor valor nutritivo.
GRIPE AVIAR
El éxito reproductor de de gaviotas y charranes en 2023 se ha visto influido por un foco del virus H5N1 de la influenza aviar. El virus está teniendo un fuerte impacto en las colonias de aves marinas en el norte de Europa, donde la mortalidad ha alcanzado hasta un 74%. En l’Albufera, la mortalidad por esta causa ha sido mayor en los pollos de charrán patinegro, gaviota cabecinegra y pagaza piconegra, que en conjunto podrían haber perdido más de 2.000 polluelos. En los adultos, la mortalidad encontrada fue tres veces menor.
Aparte de esta incidencia, los censos de las colonias de gaviotas y charranes han mostrado signos positivos en 2023. La gaviota de Audouin, especie catalogada como Vulnerable en el Catálogo Valenciano de Especies Amenazadas,ha triplicado el resultado de 2022 con cerca de 800 parejas. La gaviota picofina, también catalogada como Vulnerable, alcanza las 36 parejas y se duplica respecto a 2022. Entre los charranes catalogados con algún tipo de amenaza, aumenta el charrancito común, que incrementa el número de parejas de 50 en 2022 a 62 en 2023, mientras que la población reproductora de charrán común, con más de 250 parejas, se encontraría escasamente por debajo de la estimada en 2022.
Otras especies, como la gaviota cabecinegra ha pasado de 1.000 parejas en 2022 a 1.700 en 2023. El resto de las especies de gaviotas y charranes se han encontrado en números similares a los años previos.
“Las 20.000 parejas de aves acuáticas nidificantes en l’Albufera es una cifra impactante. Sin embargo, las oportunidades de mejora para algunas especies no terminan de materializarse. Los casos más notorios corresponden a las especies de anátidas dependientes de la disponibilidad de vegetación sumergida y de agua de buena calidad, y a las aves marinas y limícolas que, en general, no encuentran espacios de nidificación suficientes y seguros para aumentar sus poblaciones”, explica el técnico de SEO/BirdLife.
“La importancia internacional de l’Albufera juega un papel clave en la recuperación las poblaciones globales de especies amenazadas como la cerceta pardilla, el chorlitejo patinegro o la canastera, por lo que es vital que las Administraciones asuman la responsabilidad de mejorar la calidad del agua y la disponibilidad de zonas de cría adecuadas y seguras, así como de mejorar o compatibilizar la gestión de los arrozales”, concluye.
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