MADRID, 04 (SERVIMEDIA)
El presidente del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo, negó este miércoles que le cause incomodidad coincidir con el líder de Vox, Santiago Abascal, en la manifestación contra la amnistía del 8 de octubre en Barcelona, aunque también admitió “el desgaste” que para su formación tuvo a nivel nacional haber trazado acuerdos autonómicos con esta fuerza política.
En una entrevista en Onda Cero recogida por Servimedia, Feijóo remarcó que el objetivo del presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, “no es que no gobierne Vox”, sino impedir que lo haga el PP. Por tanto, arguyó que el partido de Abascal es “un salvavidas fantástico” para el secretario general del PSOE.
“Con 11.100.000 votos en el centroderecha, el PP hubiese superado los 190 escaños”, señaló, por lo que “tener roto” este espacio en España es lo que “lo que a Sánchez le permite después de perder las elecciones tener posibilidades de gobernar”, analizó Feijoo, antes de manifestar que no acepta que se imputen al PP los acuerdos con Vox cuando el PSOE rechazó pactar que gobernase la lista más votada.
Como el PSOE está en “un Pacto del Tinell elevado a la enésima potencia” contra el PP, Feijóo defendió los gobiernos de coalición con Vox en las regiones. “Antes que repetir elecciones, hicimos un pacto de estabilidad en esas comunidades y ese ha sido todo nuestro pecado”. “¿Eso ha influido en la campaña electoral? Sí”, asumió.
“¿Eso ha influido negativamente para el PP? Sí. ¿Y eso ha influido positivamente para el PSOE? Sí”, expuso. En consecuencia, opinó que con la pronta convocatoria de elecciones generales por parte de Sánchez, justo al día siguiente del 28 de mayo, Sánchez buscó “no rendir cuentas ante su Comité Federal” y también “intentar que la necesidad de pactar con Vox y no repetir elecciones en algunas comunidades pudiera movilizar al electorado de izquierdas”.
En este sentido, Feijóo reconoció a Sánchez haber conseguido este segundo objetivo. “Las cosas son así”, admitió al criticar “todo este dóberman que ha montado el PSOE”. “Ahora, por cierto, se ha olvidado” y “no hay problemas” porque los Gobiernos autonómicos del PP y Vox están en “mantener los servicios públicos, bajar impuestos e intentar atraer inversiones”, según defendió.
Preguntado por qué en campaña no aseguró que en ningún caso y pasase lo que pasase no gobernaría con Vox para evitar esta penalización el 23-J, Feijóo respondió que “decir la verdad a la gente no es equivocarse”. “Y si uno no puede asegurar un compromiso, no debe asumirlo. Comprendo que esto es un poco melancólico, pero yo sigo creyendo en esto”, afirmó.
Desde esta premisa, recalcó que “es evidente” que él no quiere gobernar con el partido de Abascal y lo ha dicho “mil veces”. Tras defender que como candidato a la Presidencia del Gobierno su primer acuerdo con Vox fue que no formase parte del Gobierno, sí indicó que tratará de “obtener los votos” de este partido si le necesita para llegar a la Presidencia.
Abundó así en que él “evidentemente que no” quiere pactar con Vox. En este contexto, explicó que se pensó que era mejor dar “un Gobierno estable” a la Comunidad Valenciana y a Extremadura en vez de repetir elecciones. Todo ello, indicó, a pesar de “asumir” el “desgaste” de estas decisiones en plena campaña para los comicios generales.
“¿Eso nos ha podido costar 10 diputados y, por lo tanto, la mayoría absoluta? Pues probablemente”, manifestó Feijóo, para a continuación negar incomodidad por el hecho de que la manifestación del 8 de octubre en Barcelona con la amnistía pueda dejar una instantánea suya junto a Abascal. “No, hay fotos mías con el señor Abascal saludándonos en el Congreso”, destacó al descartar ningún malestar a este respecto.
Además, aprovechó nuevamente para agradecer públicamente a Abascal el apoyo de los diputados de Vox, ya que sin estos escaños “no” se habría “podido presentar a la investidura”. “Y sin los 33 votos favorables de Vox yo no hubiera podido ser presidente del Gobierno”, manifestó Feijóo.
“Por tanto, yo le agradezco mucho los votos incondicionados de Vox y que asumiesen no estar en el Gobierno”, enfatizó. “Si esto lo hubiesen dejado claro durante la campaña electoral, probablemente yo estaría en el Gobierno”, concluyó el presidente del PP.
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