MADRID, 29 (EUROPA PRESS)
Comisiones Obreras (CCOO) advierte de que la combinación de riesgos psicosociales en el ámbito laboral causa enfermedades cardiovasculares e, incluso, puede llegar a producir fallecimientos por infarto o ictus.
El vínculo que evidencia la relación entre los factores laborales y la enfermedad cardiovascular es el que muestran las estadísticas de siniestralidad laboral: en 2022 murieron 320 personas por infartos o ictus mientras trabajaban y hasta julio de 2023 la cifra ya alcanza los 157 fallecimientos, apuntan desde CCOO.
La evidencia científica sobre el trabajo como determinante social de la salud cardiovascular es extensa. Sin embargo, es difícil encontrar en los espacios donde se configura la opinión pública o incluso en los del ámbito sanitario o de la prevención de riesgos laborales, informaciones que adviertan de su relación con el trabajo asalariado. Y ello, pese a que se conoce cómo evitar o minimizar la pérdida de salud cardiovascular cambiando las condiciones de trabajo que hacen enfermar.
Según un estudio del Centro Hospitalario Universitario de Quebec- Universidad de Laval, publicado en la revista ‘Circulation: Cardiovascular Quality and Outcomes’, después e controlar el efecto de otros factores de riesgo como la historia cardiovascular familiar, el consumo de alcohol o tabaco o la realización de actividad física, la personalidad o los factores demográficos, concluye que, entre los hombres, el riesgo de padecer una enfermedad cardiovascular aumenta un 49 por ciento si se trabaja en una situación de altas exigencias y bajo control o bien en una situación de altas exigencias y bajas compensaciones. Si se está expuesto a ambas situaciones, el riesgo aumenta hasta el 103 por ciento.
Desde CCOO inciden en que “todas estas investigaciones indican una amplia gama de objetivos para intervenciones organizativas destinadas a minimizar los problemas de salud en la empresa” como: reducir las exigencias cuantitativas, aumentar la influencia y las posibilidades de aplicar habilidades y conocimientos y aprender nuevos, aumentar la seguridad del empleo y el reconocimiento del trabajo.
Además, confirman que estos problemas de salud cardiovascular “pueden ser minimizados en su origen, en el ámbito laboral, reduciendo las exposiciones, a partir de cambios en las prácticas de gestión laboral”.
“La cuestión principal para el ámbito laboral es asegurar unas condiciones de trabajo saludables. La obligación empresarial es cambiar las prácticas de gestión laboral para reducir las exposiciones a los riesgos psicosociales del trabajo, evitando o reduciendo los riesgos psicosociales, eliminando la posibilidad de enfermar en los lugares de trabajo”, declara el sindicato en un comunicado.
En esta línea, añade que “salud cardiovascular en los centros de trabajo sí, pero cambiando las condiciones de empleo y trabajo, moldeando las prácticas de gestión laboral para promover un trabajo decente, saludable, más justo y democrático”.
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