MADRID, 25 (EUROPA PRESS)
La consejera de Familia, Juventud y Asuntos Sociales, Ana Dávila, ha subrayado la importancia de la prevención para que los jóvenes hagan un “buen uso” de las nuevas tecnologías para ayudar a evitar casos como la difusión de desnudos de menores manipulados con inteligencia artificial (IA), dos de ellos denunciados en Alcalá de Henares.
Precisamente Dávila ha visitado este lunes el Servicio de Atención en Adicciones Tecnológicas, donde ha recordado que lo ocurrido “está bajo investigación judicial” y no disponen más datos que los conocidos a través de los medios de comunicación.
Para la consejera, lo ocurrido supone una “prueba” de que servicios como el de Atención a las Adicciones Tecnológicas son “tan importantes” y de lo relevante que es “la prevención” para que los jóvenes “hagan un buen uso de las nuevas tecnologías y no produzcan este tipo de daños”.
Según se desveló la pasada semana, la comisaría de la Policía Nacional de Alcalá de Henares recibió en agosto dos denuncias por la difusión de fotos de niñas que fueron retocadas para que aparecieron supuestamente desnudas a través de un programa de Inteligencia Artificial, tal como confirmó a Europa Press una portavoz de la Jefatura Superior de la Policía de Madrid.
Los agentes abrieron una investigación y lograron la identificación de su autor, que no está detenido. Los hechos fueron remitidos al Juzgado correspondiente, que abrirá diligencias al respecto. Lo ocurrido se sumarían a los procesos abiertos por hechos similares en Almendralejo (Badajoz) y Ayamonte (Huelva).
UN AMIGO DIO EL AVISO
Una de las denuncias madrileñas fue interpuesta por la madre de una menor afectada. Un amigo le dijo que había visto una foto suya desnuda por las redes sociales. Inmediatamente, la niña se lo comentó a sus padres, señalando que esa foto no era real, y que podría haber sido manipulada a través de un programa informático, han indicado a Europa Press fuentes policiales.
Tras ello, la progenitora presentó la denuncia en la comisaría de Alcalá y habló con otros padres cercanos. Al menos uno de ellos le respondió que a su hija le habían hecho lo mismo, por lo que también interpuso denuncia policial.
Los agentes encargados del caso hablaron con las víctimas e investigaron las fotos, identificando al presunto autor de lo hechos, un menor de su entorno. El chico esgrimió que era parte de un juego, al que no dio mucha importancia, y que había borrado las fotos de su móvil.
Sin embargo, sí las colgó en alguna red social, por lo que los padres piden ahora al Juzgado una orden que obligue a esa compañía tecnológica a borrar la huella digital de esas fotos, que siguen en sus servidores. Las niñas fueron atendidas por la fundación ANAR. No se descartan más denuncias.
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