OVIEDO, 25 (EUROPA PRESS)
La delegada del Gobierno, Delia Losa, ha presidido esta mañana el acto institucional con motivo de la festividad de Nuestra Señora de la Merced, patrona de la administración penitenciaria. En su intervención, ha felicitado a la directora del Centro Penitenciario de Asturias, Nieves Martínez, por “haber logrado crear un ambiente de concordia” en el centro.
También ha dado la enhorabuena a la plantilla por una “demostrada vocación de servicio público” que ha conseguido colocar a la cárcel de Asturias “entre los
establecimientos penitenciarios con mejores prácticas de España”. “Nadie puede discutir que el trabajo en la prisión es arduo y duro, que exige mucha profesionalidad, pero también actitud, disposición y un plus de entrega personal sin la cual este tipo de labores no tendría el mismo resultado”, ha destacado Losa.
No obstante, la delegada del Gobierno no ha pasado por alto “las dificultades” en el centro penitenciario, “fundamentalmente por la falta de personal”.
Tras asegurar que el Gobierno de España es “sensible” a las reivindicaciones de los trabajadores, ha insistido en que se están tomando medidas para la mejora de las condiciones, y ha puesto como ejemplo las ofertas públicas de empleo aprobadas por el actual Gobierno de España en los últimos cinco años.
Losa ha destacado el “importante” papel que desempeñan en el día a día del Centro Penitenciario de Asturias las entidades y asociaciones que colaboran en la reinserción de las presas y los presos, y se ha detenido en la labor de la Unidad Terapéutica y Educativa, “un referente en todo el país que representa un modelo alternativo que ofrece una oportunidad educacional y que, sin lugar a dudas, forma y refuerza la autoestima del preso”.
La suma del trabajo de todos los agentes implicados contribuye, según la delegada del Gobierno, a que “ocho de cada diez personas recluidas no vuelvan a delinquir”, según datos recientes de la Central Penitenciaria de Observación, cuyos resultados “invitan al optimismo, a lograr el objetivo de que el paso por la cárcel sea una especie de catarsis para las personas presas”.
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