MURCIA, 23 (EUROPA PRESS)
El Servicio de Oncología Radioterápica de la Arrixaca realiza un proyecto de humanización en la atención a niños que reciben tratamiento radioterápico, junto con la Fundación Aladina. Consiste en personalizar la máscara termoplástica que usará cada menor a diario durante el tiempo que dure la terapia, a veces superior a un mes.
Esta máscara es necesaria en el caso de patologías que afecten a la cabeza y cuello. En estos procesos la inmovilización es fundamental para conseguir la máxima precisión y esto adquiere aún más importancia en el caso de los niños.
Antes de empezar el tratamiento, se adapta una máscara genérica sobre el rostro del niño, que queda completamente ajustada a su morfología. Es ahí donde los técnicos de radioterapia, principales propulsores del proyecto, le preguntan a cada pequeño paciente de qué quiere disfrazarse, de modo que se plantea la radioterapia como un juego.
En los días en los que se prepara su tratamiento, los técnicos del Servicio pintan y decoran la máscara sin terminarla del todo. A partir de su primera sesión, se van añadiendo detalles que el niño descubre cada día, y al terminar el tratamiento la máscara está acabada y, como recompensa, se la puede llevar a casa.
Hasta ahora, son cinco las máscaras confeccionadas con motivos de personajes de dibujos animados o tematizadas con los colores de sus de equipos de futbol.
El avance tecnológico ha sido fundamental para mejorar los tratamientos de los pacientes. Parte del trabajo que realizan los profesionales es humanizar un espacio lleno de máquinas y, con esta iniciativa, en el caso de los niños que tienen que pasar una etapa difícil en el hospital, se consigue disminuir el miedo al tratamiento. Por otra parte, al plantearlo como un juego, los menores colaboran en la inmovilización, que es importante a la hora de aplicar la radioterapia.
HUMANIZACIÓN
La Fundación Aladina está comprometida con la atención y acompañamiento de niños, adolescentes y familiares, durante el proceso hospitalario oncológico. Están integrados en diversos proyectos de humanización de la Arrixaca.
Aladina actúa en otros 19 hospitales públicos españoles y acaba de celebrar sus 18 años de existencia. Cada año atiende a más de 2.000 niños y sus familias.
La labor de Aladina se plantea en tres ejes fundamentales: el apoyo emocional, que se traduce en el acompañamiento de los pacientes y sus familias a lo largo de todo el recorrido del tratamiento; el apoyo psicológico, a través de la atención gratuita y personalizada a los niños, adolescentes y familiares; y el material, con importantes reformas y mejoras en hospitales públicos, para hacer más llevaderos los largos periodos de ingreso, o sufragando gastos derivados de la enfermedad a familias con pocos recursos.
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