MADRID, 22 (EUROPA PRESS)
Los tres niños titulados por la Comunidad de Madrid que fueron sustraídos de un centro de menores por su padre y que fueron rescatados por la Policía el martes de una vivienda del madrileño distrito de Carabanchel se encuentran bien, ya están acudiendo con normalidad al colegio y realizando sus actividades.
Así lo ha indicado, a preguntas de los periodistas, la consejera de Familia, Juventud y Asuntos Sociales, Ana Dávila, que ha remarcado que el centro regional en el que estaban los niños pusieron la denuncia de su desaparición el mismo 27 de agosto por la noche, tras comprobar que su padre no los devolvía a la institución.
Por su parte, titular del Juzgado de Instrucción número 48 de Madrid, en función de guardia de detenidos, acordó la libertad provisional con cargos del matrimonio arrestado, tras escucharles.
Al salir, el padre ha indicado a ‘Telemadrid’ que se llevó a sus hijos del centro de protección porque “les maltrataban” y que es falso que pertenezcan a ninguna secta, por lo que pide a la Comunidad “que se los devuelva”. Se desentiende de los comportamientos de la madre y asegura que a él no le notificaron la retirada de su custodia.
LA INTERVENCIÓN POLICIAL
Los pequeños, de 2, 6 y 9 años, fueron recogidos de forma autorizada por su padre de la Residencia Infantil Isabel de Castilla el 25 de agosto para pasar unos días, dentro del proceso de readaptación familiar que se sigue en estos casos, indicó ayer Europa Press un portavoz de la Consejería.
Su madre tenía prohibido hacerlo por su toxicomanía, motivo por el que perdieron la tutela de sus hijos. Pero tras el fin de semana, el progenitor no los devolvió al centro, tal y como estaba estipulado, señalaron a Europa Press fuentes de la investigación.
La residencia notificó a la Policía Nacional la ausencia de los menores el mismo día de la sustracción. Varios agentes tutores acudieron a la casa familiar, situada en el distrito madrileño de Carabanchel, durante días, pero los padres se negaron a gritos a devolver a sus hijos al centro. Tras la investigación, los agentes pusieron en marcha una operación de rescate, que se ejecutó el pasado martes, tras los alarmantes mensajes de la madre en redes sociales.
Los policías entraron utilizando un ariete al domicilio, situado en el número 11 de la calle Antonio Antoranz, previa autorización judicial. Dentro encontraron al padre en actitud agresiva, colocando numerosos objetos a modo de barricada para impedir el acceso, llegando incluso a arrojar un líquido a la cara de uno de los policías.
OCULTOS EN EL INTERIOR DE UN ARMARIO EMPOTRADO
Ya en el interior pudieron comprobar que había apilado un colchón, sillas y otros objetos inflamables prendiendo fuego a los mismos y encontrándose en llamas, por lo que hubo que solicitar la presencia de bomberos. Tras una requisa del domicilio, los agentes respiraron al comprobar que había cinco platos de comida puestos. Finalmente, localizaron a los tres menores ocultos en el interior de un armario empotrado.
Los dos progenitores fueron detenidos como presuntos autores de un delito de sustracción de menores, incendio provocado y atentado a agente de la autoridad. Ambos tienen antecedentes de todo tipo, la mayoría por resistencia a la autoridad y delitos contra la propiedad, según fuentes policiales.
La madre, además de sus problemas con las drogas, podría padecer algún tipo de trastorno mental, ya que sus redes sociales había dicho que todo era un complot para “realizar magia negra para Soros” con los niños “en una secta satánica”. “Vivimos en un país donde el secuestro infantil está localizado. Cualquiera huiría de un Estado que tiene a sus hijos reos”, continuaba.
Tras el rescate, los menores fueron trasladados al centro correspondiente por funcionarios adscritos al Grupo de Menores (GRUME) tras ser atendidos por sanitarios del Samur-Protección Civil por una leve intoxicación de humo.
Luego, los derivaron al centro, en los que estarán bajo supervisión. A su llegada, abrazaron a sus educadoras porque “sabían que volvían a casa”. Previsiblemente, de momento no les permitirán las visitas a sus padres, según determine el juez. Habían estado casi un mes sin escolarizar ni salir de casa.
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