FILADELFIA, 23 (DPA/EP)
Las autoridades federales han acusado al senador estadounidense Bob Menéndez de aceptar sobornos de lingotes de oro, un automóvil de lujo y sobres llenos de decenas de miles de dólares mientras era investigado por casos de corrupción, la segunda que enfrenta el demócrata de Nueva Jersey en menos de una década.
Los fiscales dicen que a cambio de esos obsequios, Menéndez, de 69 años, vendía habitualmente los poderes de su cargo a tres empresarios de Nueva Jersey que buscaban su ayuda con sus problemas comerciales y legales.
“Menéndez utilizó su posición como miembro de alto rango del poderoso Comité de Relaciones Exteriores del Senado para ayudar a uno de los hombres a mantener el monopolio en la certificación de las exportaciones estadounidenses de carne halal a Egipto, un acuerdo que perjudicó a los productores de carne estadounidenses” han explicado los fiscales.
Además, le han acusado de respaldar el nombramiento el año pasado del fiscal federal de Nueva Jersey, Philip Sellinger, principalmente porque creía que podía influir en las decisiones de Sellinger en un proceso penal que estaba pendiente contra uno de los ejecutivos acusados de sobornarlo.
El fiscal federal para el Distrito Sur de Nueva York, Damian Williams, ha dejado claro este viernes que Sellinger finalmente se recusó de ese caso y su oficina resistió la supuesta campaña de presión.
Cuando Williams ha dado a conocer la acusación contra Menéndez, que también incluye a su esposa, Nadine Arslanian y a los tres empresarios con cargos de soborno que amenazan con enviarlos a todos a prisión durante décadas, ha señalado que el sitio web oficial del senador contiene una página que enfatiza que sería ilegal que él realizara el tipo de favores políticos de los que ahora se le acusa de cometer.
“Pero detrás de escena, el senador Menéndez estaba haciendo esas cosas para ciertas personas”, ha dicho Williams y ha añadido que “la gente que los sobornaba a él y a su esposa”.
Menéndez, sin embargo, se mantenido desafiante. En una declaración, el demócrata durante tres mandatos, cuya carrera en la vida pública abarca más de cuatro décadas, ha desestimado las acusaciones como “una campaña de difamación de fuentes anónimas e insinuaciones” y ha acusado al Departamento de Justicia de “intentar repetidamente silenciar –su– voz y cavar –su– tumba política”.
“Me han acusado falsamente antes porque me negué a retroceder ante los poderes fácticos y la gente de Nueva Jersey pudo ver a través del humo y los espejos y reconocer que era inocente”, ha explicado, a lo que ha agregado que “confío en que este asunto se resolverá con éxito una vez que se presenten todos los hechos y mis compañeros de Nueva Jersey verán esto tal como es”.
Los cargos se presentan menos de seis años después de que Menéndez escapara de la amenaza de condena en un caso federal separado de soborno, uno que alegaba que aceptó regalos lujosos, vuelos en jets privados y apoyo de campaña de un oftalmólogo de Florida. Un jurado que sopesó esos cargos llegó a un punto muerto en 2017 y los fiscales optaron por no volver a juzgar el caso.
La nueva acusación pinta el retrato de “un hombre con un nivel sorprendente de arrogancia. Sin inmutarse por ese roce previo con la ley, Menéndez, comenzó descaradamente a aceptar pagos mayores y más generosos casi de inmediato”.
Años más tarde, según la acusación, esos pagos a Menéndez y Arslanian, ahora casados, crecieron hasta incluir lingotes de oro entregados por el conductor de uno de los empresarios acusados cuando recogía a la pareja en el aeropuerto en un vuelo de regreso desde Egipto.
Al día siguiente, según las autoridades, Menéndez buscó en Google “¿Cuánto vale un kilo de oro?”
Los fiscales han dicho que el FBI descubrió 100.000 dólares en lingotes de oro y casi 500.000 dólares en efectivo durante una búsqueda en junio de 2022 en la casa de la pareja en el condado de Bergen, parte de la cual estaba metida en sobres escondidos en chaquetas que llevaban el nombre del senador y huellas dactilares que luego se remontaron a ese conductor.
Menéndez ha estado involucrado en la política de Nueva Jersey durante décadas, ascendiendo en las filas del agitado condado de Hudson hasta convertirse en alcalde de Union City, Nueva Jersey, en 1986. Fue elegido para el Congreso en la década de 1990 y designado para el Senado de los Estados Unidos en 2006 por el gobernador Jon Corzine para cubrir una vacante, donde ha trabajado desde entonces.
Fue reelegido en 2018 tras su juicio nulo por cargos federales de soborno, consolidando el apoyo en el Partido Demócrata y derrotando a un candidato republicano bien financiado a pesar de la publicidad negativa asociada al caso. Menéndez enfrenta la reelección el próximo año.
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