SANTIAGO DE COMPOSTELA, 22 (EUROPA PRESS)
Este sábado 23 de septiembre, a las 8,50 horas, comenzará el otoño en el hemisferio boreal y se va a prolongar hasta las 4,27 del 22 de diciembre. El paso del verano, en este caso poco lluvioso aunque más que el anterior, se produce cuando el sol llega al punto Libra de la eclíptica, uno de los puntos de intersección de este plano con el ecuador celeste.
De forma semejante a cuando empieza la primavera, estamos en las fechas en las que teóricamente la noche y el día tienen la misma duración, de ahí el origen de la palabra equinoccio con la que se conocen estas dos épocas del año, explica la Universidade de Santiago de Compostela (USC).
Entre los fenómenos astronómicos más destacables de esta nueva estación se encuentra el eclipse parcial de luna del 28 de octubre, que podrá contemplarse entre las 21.25 horas y las 22.52 horas, aunque tendrá una baja magnitud, según han indicado el director del Observatorio Astronómico Ramón María Aller de la USC, Ricardo Docobo.
La lluvia de estrellas Xemínidas, una de las más importantes del año, alcanzará su máximo el 14 de diciembre. Este año estará favorecida por la ausencia de luna y se espera que puedan observar unos 150 meteoros/hora desde lugares con muy baja contaminación luminosa.
Otras lluvias de estrellas de esta época como las Dracónidas, las Oriónidas, o las Leónidas tendrán mucha menos intensidad.
En cuanto a cometas, una vez pasado el máximo brillo del Nishimura, habrá ocasión de seguir con prismáticos el 103P/Hartley, que pasará el 12 de octubre por su posición más cerca del sol (perihelio), estando entonces proyectado en la constelación de Géminis.
Días después, en el entorno de las constelaciones de León y la Cabellera de Berenice, se verá el cometa 2P/Encke, también con prismáticos, en este caso, antes del amanecer. “Los planetas Saturno y Júpiter estarán visibles en las noches de todo el otoño, en tanto que Venus va a ser el lucero del alba y Mercurio podrá contemplarse al amanecer hasta finales de octubre, y luego pasará a ser observado tras el atardecer”, ha explicado Docobo.
LLUVIA
En lo meteorológico, finaliza un verano poco lluvioso, aunque con más precipitación que el año anterior, especialmente en septiembre. En total, se midieron 204,8 litros/m2. “El hecho de que la mayor parte de la precipitación de este verano fuese nocturna, provocó la sensación de que la estación fue mucho más seca de lo sucedido en realidad”, ha observado el profesor Docobo, quien recuerda que en este siglo hubo veranos de mucha mayor sequía, como el de 2016 con solo 72 l/m2 y 2010, con 54,8 l/m2.
En lo que va de año, la lluvia recogida en el pluviómetro en la estación meteorológica del Observatorio asciende a 1.008 litros/m2, superando claramente los 670 l/m2 registrados en 2022 al final del verano. Con todo, en lo que resta de año tendrían que caer otros 800 l/m2 para llegar a la media anual de la ciudad de Santiago de Compostela, que ronda los 1.800 l/m2.
TEMPERATURAS
Sobre las temperaturas, los días en los que la temperatura superó los 30 grados en Santiago fueron siete y ninguno de ellos en julio: 36º2 el 8 de agosto; 35º5, 23 de agosto; 35º4, 22 de agosto; 31º6, 24 de junio; 30º8, el 23 de junio y el 21 de agosto; y 30º5, el 7 de agosto.
La temperatura máxima de julio fue de 28º2 (el día 26) y en lo que va de septiembre, el 14 fue el más caluroso, con 29º8.
En canto a las temperaturas mínimas, la más baja de todo el verano se correspondió a los 10º1 registrados el 16 de julio, siendo la mínima más elevada la de la noche del 23 de agosto, cuando no bajó de los 21º8.
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