La Policía halló ADN de un varón identificado en los trozos de cinta adhesiva con los que se amordazó a la víctima
MADRID, 21 (EUROPA PRESS)
Las médicos forenses del juicio que se celebra contra David Arellano, acusado del asesinato y violación de su mujer en mayo de 2017, han descrito en su pericia ante el tribunal cómo Valentina luchó hasta el final para sobrevivir a su agresor, una defensa que se extrae de las lesiones, erosiones y hematomas que presentaba el cadáver.
El acusado se enfrenta a una petición fiscal de prisión permanente revisable, mientras que su defensa solicita su libre absolución al sostener que el autor del crimen es otra persona. La principal baza del abogado Manuel Alonso es el hallazgo de ADN de un varón identificado en los trozos de la cinta adhesiva con la que se amordazó a la víctima.
Los hechos juzgados se produjeron sobre las dos de la madrugada del 27 de mayo de 2017 cuando el acusado y su mujer regresaron de una cena con amigos. Según la fiscal, el hombre violó a la víctima, la golpeó hasta dejarla semiinconsciente y la asfixió para evitar que le denunciara.
David mantiene que sobre las doce de la mañana del 27 de mayo de 2017 se encontró el cuerpo sin vida de Valentina con una bolsa en la cabeza al regresar de una salida en moto, apuntado a un posible robo como el móvil del crimen. Tras el hallazgo, llamó al 112 y les esperó en un descampado próximo por miedo a unos posibles ladrones.
En este caso la data de la muerte es crucial para validar la coartada del procesado, quien salió a las siete de la mañana para acudir a un circuito de motos. David regresó a su chalet alrededor de las doce de la mañana y fue entonces cuando halló el cuerpo en el suelo de su habitación.
La fiscal afirma que el crimen de Valentina se cometió entre las cuatro y las seis de la mañana conforme a la pericial forense, mientras que la defensa apunta a que se pudo producir entre las ocho y las doce de la mañana cuando su cliente se encontraba fuera del domicilio.
DATA DE LA MUERTE
En la sesión de este jueves, han comparecido las peritos adscritas al Instituto de Medicina Legal que realizaron el informe de autopsia a instancias del Juzgado de Violencia sobre la Mujer número 1 de Collado Villalba. Lo han hecho junto a un perito de parte, cuya pericial estaba destinada a contradecir el dictamen oficial relativo a la hora en la que se produjo el fallecimiento.
Para la pericial, la Sala ha ido proyectado las imágenes del cadáver en el momento del levantamiento del cuerpo, que se produjo sobre las dos de la tarde del 27 de mayo. Las peritos del juzgado estiman que murió sobre las cuatro o seis de la mañana con arreglo a la rigidez del cuerpo y las livideces –machas rojizas en la parte declive del cuerpo–, fenómenos cadavéricos que ayudan a hacer una estimación de la hora del fallecimiento.
A preguntas de la fiscal sobre en qué fase estaban esos procesos post mortem, las expertas en forensía han detallado que las livideces estaban bien avanzadas y que la muerte se tendría que haber producido de “8 a 10 horas antes” a las dos de la tarde.
Frente a ello, el perito de parte ha replicado que la muerte por asfixia produce una aceleración de la rigidez y de esas livideces, por lo que no se puede seguir un patrón y se estaría ante plazos menores desde un punto de vista científico. En su réplica, las doctoras han respondido que en la autopsia se tuvo en cuenta precisamente el mecanismo de la muerte por asfixia y se acotaron esas horas para datar la muerte.
En otro momento, las peritos han descrito que hubo “mucha lucha” entra la víctima y su agresor, ya que había claros signos de defensa como hematomas, lesiones y erosiones. “No se dejó matar porque era madre”, ha comentado una de las expertas, quien ha dicho a continuación que ese tipo de valoraciones no las debería de hacer ella.
También han certificado las expertas que la víctima sufrió un abordaje sexual por parte del asesino al presentar hematomas en los muslos que indican que alguien forzó sus piernas. La agresión sexual es lo que lleva a la fiscal a solicitar prisión permanente revisable al producirse el asesinato después de un delito contra la libertad sexual.
Tras ello, la Sala ha mostrado al jurado popular y al tribunal las fotografías captadas por la Policía en la detención de David Arellano que mostrarían arañazos en la espalda y en el cuello, según fuentes jurídicas consultadas por Europa Press.
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