MADRID, 21 (SERVIMEDIA)
El dióxido de carbono (CO2) en la superficie de la luna Europa, de Júpiter, se originó en una fuente dentro del océano subterráneo de ese cuerpo helado.
Así se explica en dos estudios independientes a partir de observaciones recientes del Telescopio Espacial James Webb (JWST, por sus siglas en inglés). Los trabajos aparecen publicados este jueves en la revista ‘Science’.
Los hallazgos de ambos grupos de investigación proporcionan nuevos conocimientos sobre la composición poco conocida del océano interno de Europa. Bajo una corteza de hielo de agua sólida, se cree que esta luna de Júpiter tiene un océano subterráneo de agua líquida salada. Por ello, es un objetivo primordial en la búsqueda de vida en otras partes del Sistema Solar.
La evaluación de la habitabilidad potencial de este océano profundo depende de su química, incluida la abundancia de elementos biológicamente esenciales como el carbono.
Investigaciones anteriores han identificado la presencia de CO2 sólido hielo en la superficie de Europa, pero no ha sido posible establecer si surgió en el océano subterráneo, fue transportado a la superficie de esa luna por impactos de meteoritos o se produjo en la superficie a través de interacciones con la magnetosfera de Júpiter. Determinar la fuente del dióxido de carbono podría limitar la química del océano interno del satélite.
Los investigadores analizan en dos estudios separados la espectroscopia del infrarrojo cercano del CO2 en la superficie de Europa, obtenida con JWST.
En un estudio, Samantha Trumbo, del Centro Cornell de Astrofísica y Ciencias Planetarias, y Michael Brown, del Instituto de Tecnología de California, utilizaron los datos del JWST para mapear la distribución de CO2 en Europa y descubrieron que la mayor abundancia de dióxido de carbono se encuentra en Tara Regio, una región de cerca de 1.800 kilómetros cuadrados dominada por un ‘terreno del caos’ formado geológicamente por materiales renovados alterados.
Según Trumbo y Brown, la cantidad de CO2 identificada en esta región recientemente resurgida (uno de los terrenos más jóvenes de la superficie de Europa) indica que se deriva de una fuente interna de carbono.
Esto implica que el CO2 Se formó dentro del océano subterráneo de Europa y salió a la superficie en una escala de tiempo geológicamente reciente.
Sin embargo, los autores afirman que no se puede descartar por completo la formación de CO2 en la superficie a partir de sustancias orgánicas o carbonatos procedentes del océano subterráneo.
OTRO ESTUDIO
Por otro lado, un estudio independiente con los mismos datos del JWST, liderado por Geronimo Villanueva, del Centro de Vuelo Espacial Goddard de la NASA, indica que el CO2 en la superficie de Europa está mezclado con otros compuestos.
Estos autores también encontraron que el CO2 está concentrado en Tara Regio e interpretan que esto demuestra que el carbono en la superficie de la luna Europa proviene del interior.
Los resultados de ambos estudios se complementan y refuerzan la conclusión de que el océano subterráneo de Europa contiene abundante carbono.
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