En Andorra, el Gobierno ha tomado una medida drástica para abordar el problema con la especulación de los alquileres de los pisos: la prohibición temporal de que los extranjeros compren viviendas en el país
El Gobierno andorrano, liderado por Xavier Espot, anunció recientemente esta medida, que fue aprobada por el Consejo General del Principado. La medida suspende temporalmente “las autorizaciones de inversión extranjera en inmuebles”, lo que significa que la compra de viviendas por parte de extranjeros estará prohibida durante un período que aún se desconoce, pero que no será inferior a tres meses.
Según el Gobierno de Andorra, esta moratoria es un “paso previo necesario durante este otoño para el establecimiento de un tributo sobre la inversión extranjera en inmuebles”. Se espera que este impuesto pueda llegar hasta el 10% del valor de la propiedad comprada por extranjeros. Paralelamente, el Gobierno está diseñando otro impuesto que gravará las ventas de viviendas “antes de un período determinado”, que podría ser de 10 años, aunque esta cifra está sujeta a negociación.
El objetivo principal de estas medidas es combatir la especulación inmobiliaria que ha llevado a una escasez de viviendas de alquiler asequibles y al aumento de los precios en Andorra. Los fondos recaudados a través de estos impuestos se destinarán en parte a la creación de viviendas públicas de alquiler, infraestructuras y programas de diversificación económica en el país.
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