GRANADA, 15 (EUROPA PRESS)
Aguasvira, empresa participada por Hidralia y por el Consorcio Vega-Sierra Elvira, ha puesto en marcha en los 22 municipios que gestiona en el cinturón metropolitano de Granada la segunda campaña de limpieza de imbornales en 2023, la cual se inició en el mes septiembre y se prolongará hasta mediados de noviembre.
Esta campaña da continuidad a la ya realizada en los meses de abril, mayo y junio, donde se limpiaron 5.003 imbornales y resolvieron 48 incidencias, según ha detallado Aguasvira en una nota de prensa este viernes.
La función de los imbornales y rejillones existentes es “drenar las aguas procedentes de la lluvia”, siendo fundamental llevar a cabo estas campañas para “preservar el estado de limpieza de estos elementos y así evitar acumulaciones de agua en las calles que puedan causar inundaciones en momentos de lluvias torrenciales”.
Así las cosas, Aguasvira actuará en esta segunda fase sobre una red de alcantarillado que cuenta con 20.925 imbornales y 935 kilómetros de conducciones de diferentes diámetros.
Los equipos de trabajo en la calle están compuestos por brigadas y vehículos ligeros de limpieza con el soporte de medios digitales que permiten la georreferenciación de los recorridos a realizar y donde se registran la actuaciones realizadas y posibles incidencias detectadas.
También se dispone de equipos de limpieza mediante camiones con sistema de impulsión-succión para limpiezas más exhaustivas de la red de saneamiento. Entre las incidencias más relevantes detectadas en esta limpieza, destacan las roturas del sifón del imbornal (que causan problemas de olores), roturas o defectos en las rejillas (causa de accidentes a vehículos o personas), atranques de la tubería de salida (provocan graves problemas de inundación de la calle), y que son resueltas a posteriori por los equipos de mantenimiento y reparación de redes.
Es novedosa la puesta en marcha de un proyecto de control preventivo y monitorizado de zonas críticas de la red de alcantarillado, que consiste en la inspección de aproximadamente el 20 por ciento de la red de saneamiento en los puntos donde se han detectado problemas en otras ocasiones.
Aquí se pueden encontrar problemas de poca capacidad de la red, aparición de raíces, poca pendiente, o acumulación de toallitas. Estas zonas críticas son inspeccionadas con cámara de televisión y se actúa sobre ellas de forma preventiva y discrecional.
El resultado de estos trabajos se traduce en una mejora que redunda en cuestiones como el comportamiento hidráulico de las canalizaciones, la desaparición de olores, la disminución de inundaciones, la propuesta de renovaciones de red prioritarias, la detección precoz de atranques y en definitiva “una mayor resiliencia” de los sistemas de saneamiento frente a “eventos extremos por lluvias intensas”.
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