MÁLAGA, 15 (EUROPA PRESS)
El grupo ‘Neurociencia Cognitiva: Afasia y trastornos relacionados (UNCA)’ de Ibima Plataforma Bionand y la Universidad de Málaga (UMA), experto en el análisis de técnicas de neuroimagen, claves para obtener información estructural y funcional del cerebro en personas con alteraciones del lenguaje, estudian el vínculo entre un tipo de afasia y diversas regionales del cerebro.
La afasia es un trastorno que afecta la manera en la que la persona se comunica, dificultando la lectura, la escritura, la expresión oral y la comprensión del lenguaje. Suele presentarse cuando existe un daño en las partes del cerebro que controlan el lenguaje por diversas causas como un ictus –la causa más común de afasia–, un tumor cerebral, infecciones o lesión u otros trastornos cerebrales, así como en algunos procesos neurodegenerativos (enfermedad de Alzheimer).
Su aparición repentina se debe normalmente a un ictus, mientras que su desarrollo es más lento en caso de trastornos neurodegenerativos o tumores cerebrales. Se estima que en España tiene una incidencia de 350.000 personas, mayormente en personas con edad mediana o mayores, afectando de manera directa a la calidad de vida de estos pacientes, han informado desde Ibima a través de un comunicado.
Así, investigadores de dicho grupo de Ibima Plataforma Bionand y de la UMA, liderado por Marcelo L. Berthier, han llevado a cabo un reciente estudio en el que analizan uno de sus tipos: la afasia transcortical mixta, caracterizada por un habla no fluida y déficits de comprensión que coexisten con una capacidad de repetición preservada.
Según han señalado, en general su evolución es favorable hacia variantes de afasia menos severas y, en algunos casos, a la recuperación completa del lenguaje. La causa que tradicionalmente se ha asociado al desarrollo de este tipo de afasia es una desconexión entre el circuito de lenguaje perisilviano (LPS) izquierdo, relativamente preservado, que comprende áreas responsables de la repetición verbal, y los circuitos extrasilvianos izquierdos, mayoritariamente dañados, y responsables de la capacidad espontánea de producir el lenguaje y de la comprensión.
El objetivo de este estudio fue examinar el estado del circuito LPS en cuatro pacientes que desarrollaron este tipo de afasia tras sufrir un ictus y que con el tiempo progresaron a distintos tipos de afasias más leves.
Se realizó una evaluación multimodal que permitió estudiar el estado funcional y estructural del cerebro y del lenguaje. Concretamente, se emplearon dos técnicas de neuroimagen (la resonancia magnética funcional y estructural, y la tomografía por emisión de positrones) junto a meticulosas evaluaciones cognitivas y lingüísticas de cuatro pacientes en la etapa crónica del desarrollo de la afasia.
El propio Berthier, autor de correspondencia del estudio, aseguró que “en un paciente la afasia transcortical mixta persistió sin mejoría, mientras que en los otros tres las alteraciones del lenguaje progresaron a tipos de afasia menos severos”.
En este sentido, ha señalado que “estas técnicas nos han permitido determinar que la preservación de la repetición verbal en la afasia transcortical mixta no está necesariamente vinculada a la preservación y la integridad estructural y funcional del circuito LPS, y que tanto el hemisferio derecho como vía ventral izquierda podrían sustentar la buena capacidad de repetición verbal de estos pacientes”.
La primera autora de este estudio, perteneciente al mismo grupo de investigación, Diana López-Barroso, ha asegurado, además, que los hallazgos “indican que la variabilidad que normalmente se observa en la evolución clínica de la afasia transcortical mixta puede deberse a los sustratos premórbidos del lenguaje en los pacientes que desarrollan este tipo de afasia”.
A esto ha añadido que “por ejemplo, pacientes con un circuito LPS más desarrollado en el hemisferio derecho, pueden tener una mejor evolución tras el daño cerebral”.
Para finalizar, los autores han indicado que “este estudio representa una conceptualización moderna de la afasia transcortical mixta. Es crucial abordar síndromes neuropsicológicos mediante nuevas técnicas que permitan obtener información cerebral más precisa, lo que puede contribuir significativamente a comprender y predecir la evolución de estos pacientes, que normalmente es muy variable”.
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