MADRID, 15 (EUROPA PRESS)
Investigadores de la Universidad de Lund en Suecia han creado un nuevo método de simulación en 3D con el que han demostrado que pueden identificar el riesgo de fracturas osteoporóticas antes de que se produzcan.
Con estos resultados, que se han publicado recientemente en la revista ‘Journal of Bone and Mineral Research’, pretenden evitar las 120.000 fracturas óseas que causa la osteoporosis al año en Suecia, 18.000 de ellas de cadera. La enfermedad conlleva una reducción de la densidad ósea, un debilitamiento de la estructura ósea y un mayor riesgo de fracturas. La osteoporosis afecta sobre todo a las personas mayores.
La técnica actual de diagnóstico de la osteoporosis es la densitometría ósea, un examen radiográfico 2D que en general se utiliza por primera vez cuando el paciente ya ha sufrido una fractura.
Sin embargo, “la medición de la densidad ósea del esqueleto no detecta a todas las personas con alto riesgo de sufrir una fractura y se pasa por alto a alrededor de la mitad de las personas en la zona de riesgo”, ha señalado Hanna Isaksson, catedrática de ingeniería biomédica de la Facultad de Ingeniería de la Universidad de Lund (LTH).
“Hasta ahora no existían métodos fiables para detectar la enfermedad en una fase temprana, sobre todo antes de que se produzca la primera fractura”, ha explicado.
Con un nuevo método de cálculo y simulación desarrollado por Hanna Isaksson y sus colegas investigadores se podría identificar un mayor porcentaje de personas con alto riesgo de sufrir una fractura de cadera, así lo demuestran los resultados de un estudio que evaluó el método a partir de datos de pacientes de 2.000 personas.
“Utilizando el nuevo modelo, pudimos identificar a unas 1.000 personas más al año con un alto riesgo de fractura de cadera. Los resultados sugieren que el método también puede utilizarse para identificar la osteoporosis antes de que se produzca la primera fractura”, ha afirmado Hanna Isaksson.
CUANDO LAS 2D SE CONVIERTEN EN 3D
Lorenzo Grassi, profesor titular asociado de ingeniería biomédica en la Universidad de Lund, fue el encargado de evaluar el método. Explica que el nuevo método utiliza imágenes de rayos X en 2D procedentes de mediciones de la densidad ósea para producir modelos en 3D del fémur.
“El paso de 2D a 3D se realiza con ayuda de una plantilla simulada por ordenador que describe cómo varía la geometría del hueso y la densidad ósea en la población”, ha destacado.
El modelo 3D del fémur permite simular distintas situaciones y escenarios que pueden tener efecto, por ejemplo, en caso de caída, información que facilita la evaluación del riesgo de fracturas.
Lorenzo Grassi ha realizado simulaciones con los datos de más de 400 personas que se sometieron previamente a densitometrías óseas basadas en rayos X. De ellas, algunas sufrieron una fractura de cadera en un periodo de diez años tras el examen, mientras que otras no. Cuando se compararon los resultados de las mediciones de los dos métodos, quedó claro que el método 3D es mejor para predecir el riesgo de fractura de cadera que la medición de la densidad ósea.
“Si las personas que realmente sufrieron una fractura de cadera hubieran sido examinadas con el nuevo método, se podría haber identificado a aquellas con baja resistencia ósea y se podrían haber evitado algunas de las fracturas”, ha resaltado Hanna Isaksson.
“Como una persona puede caerse de muchas formas distintas, también puede lesionarse de varias maneras. Con el nuevo método es posible simular las distintas formas en que una persona puede caerse, información que nos permite calcular la fuerza necesaria para fracturar un hueso”, ha subrayado Grassi.
También es posible generar valores específicos para la resistencia ósea del esqueleto de un individuo. “Esto es especialmente importante, ya que un esqueleto débil es uno de los principales factores de riesgo de las fracturas relacionadas con la osteoporosis”, ha afirmado Grassi.
MAYOR CALIDAD DE VIDA Y MENOS COSTES
De cara al futuro, los investigadores tienen previstas más evaluaciones del método de medición, que creen que puede ser un complemento importante de los diagnósticos actuales. Esperan que el método se integre en los cuidados relacionados con la osteoporosis, tanto en los centros sanitarios como en la atención especializada.
La detección precoz de la osteoporosis puede contribuir a mejorar la calidad de vida de los pacientes y reducir los costes para la sociedad”, explica Hanna Isaksson.
“El coste anual que surge debido a la osteoporosis en Suecia se estimó para 2019 en 23.000 millones de coronas suecas, un coste que aumenta cada año. Es necesario invertir esta tendencia”, ha considerado la investigadora.
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