MADRID, 14 (EUROPA PRESS)
Los datos actuales señalan que la apnea obstructiva del sueño (AOS) aumenta en un 85 por ciento el riesgo de desarrollar deterioro cognitivo leve y Alzheimer, según ha destacado el investigador del Centro de Investigación Biomédica en Red CIBER, Adriano Targa.
Esta afectación de la apnea del sueño a nivel neuronal se manifiesta, según el experto, en la relación bidireccional que mantiene este trastorno del sueño con la enfermedad de Alzheimer, ya que, por un lado, la presencia de AOS está asociada a un mayor riesgo de desarrollar la enfermedad de Alzheimer; y, por otro, la prevalencia de AOS es mayor entre los pacientes con enfermedad de Alzheimer que entre la población general.
Durante su participación en una mesa redonda celebrada en el marco del XXXI Congreso de la Sociedad Española de Sueño (SES), el experto ha apuntado que, aunque faltan estudios para que se puedan generar respuestas conclusivas en materia de prevención, considerando la evidencia de un mayor riesgo de incidencia de la enfermedad de Alzheimer asociado a la apnea del sueño, “es lógico esperar que el tratamiento de la AOS pudiera ayudar en la prevención de la enfermedad de Alzheimer”.
El investigador ha destacado que son más habituales los estudios evaluando el efecto del tratamiento de la apnea del sueño en pacientes ya diagnosticados con la enfermedad de Alzheimer.
“Aunque los estudios no hayan demostrado un efecto de la apnea del sueño en el empeoramiento del deterioro cognitivo en pacientes ya diagnosticados con la enfermedad de Alzheimer, de manera un poco paradoxal, el tratamiento de la apnea del sueño con CPAP sí ha demostrado un efecto positivo en la mejora de la cognición en estos pacientes”, ha apuntado Targa.
APNEA Y RIESGO DE ICTUS
La apnea obstructiva del sueño no solo se relaciona con un mayor riesgo de desarrollar Alzheimer, sino también con unas mayores probabilidades de sufrir un infarto cerebral, así lo ha expresado la jefa clínica de la Unidad del Sueño y de Función Pulmonar del Hospital de la Santa Creu y Sant Pau de Barcelona y miembro de la Sociedad Española de Sueño, Mercè Mayos, que ha calificado la asociación entre AOS e ictus como “muy frecuente”.
De hecho, según los resultados de un reciente metaanálisis sobre 7.096 pacientes incluidos en 89 estudios, la prevalencia de AOS moderada en pacientes con ictus fue del 71 por ciento y la de AOS grave del 30 por ciento.
“Es difícil establecer si la AOS ya estaba presente previamente y, por tanto, actúa como factor predisponente o, por el contrario, la AOS es una consecuencia del propio accidente cerebrovascular. No obstante, diferentes estudios de base epidemiológica muestran que la apnea del sueño eleva entre dos y tres veces el riesgo de tener un ictus, especialmente en pacientes jóvenes y de mediana edad”, ha subrayado Mayos.
La experta ha participado en un estudio publicado recientemente en la revista científica ‘Sleep’ en el que, mediante una nueva técnica de espectografía, se han analizado las alteraciones hemodinámicas cerebrales que se producen durante los episodios de apnea.
“Hemos observado que los episodios de apnea e hipopnea provocan periodos de hipo e hiper perfusión que se acompañan, además, de cambios en la saturación arterial de oxígeno a nivel de la microcirculación cerebral. Esto es importante, porque la hipoxia intermitente y la hipoperfusión cíclica pueden favorecer el desarrollo de lesión vascular cerebral”, ha explicado.
Asimismo, Mayos no ha dudado en destacar la importancia del abordaje de la AOS como herramienta de prevención del ictus. “Estudios observacionales han encontrado una reducción de las tasas de recurrencia y mortalidad de enfermedad cerebrovascular en pacientes con AOS asociada y que reciben y se adhieren a tratamiento con CPAP”, ha destacado.
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