Tras la denuncia pública de una música por tocamientos por parte de un ‘dimoni’ sin identificar
PALMA, 13 (EUROPA PRESS)
El Ayuntamiento de Santa Margalida plantea instaurar controles de alcoholemia a los ‘dimonis’ en las fiestas populares, así como obligarles a ir identificados con un nombre o número visible, entre otras propuestas para erradicar comportamientos incívicos.
Se trata de medidas que se han formulado en una reunión entre el alcalde, Joan Monjo, y representantes de las entidades que organizan y participan en las fiestas. La reunión se ha convocado tras trascender el caso de una música de la banda de Son Rapinya que sufrió tocamientos por parte de una persona sin identificar, ya que iba disfrazada de demonio, durante la procesión de la Beata.
En declaraciones a Europa Press, Monjo ha explicado que tras enterarse de este caso por la prensa se han puesto en marcha para adoptar medidas y evitar que estos comportamientos “enturbien la procesión de la Beata”.
Según el alcalde, han detectado que “en un ambiente de bullicio como una fiesta de este tipo, hay determinadas personas que abusan del alcohol”. Para combatir “ese dúo de alcohol y fiesta multitudinaria” se ha propuesto que todas las personas que se vistan de ‘dimonis’, así como quienes tengan funciones importantes en la fiesta, deban pasar una prueba de alcoholemia que practicaría la Policía Local.
Asimismo, han acordado que los ‘dimonis’ tengan que ir identificados con un nombre o número visible, una medida que no sólo facilitará reconocer a las personas que tengan comportamientos incívicos sino que también permitirá impedir que se sumen a la fiesta “dimonis no oficiales”, no adscritos a ningún colectivo, que habitualmente “se incorporan a media procesión”. Cuando la Policía los vea, podrá sacarlos.
Igualmente, se propone limitar el número de ‘dimonis’ que podrán participar.
Para Monjo, “lo más importante es que una vez reunidos se constata que hay una voluntad de todos los colectivos que participan en la procesión por erradicar este tipo de conductas”. El alcalde ha defendido la actuación del Ayuntamiento por analizar lo ocurrido, escuchar a los colectivos y no “precipitarse”.
El alcalde también ha negado que las agresiones sexuales sean un fenómeno generalizado en las fiestas de Santa Margalida, si bien razona que “cada vez hay más casos por toda Mallorca cuando hay actos multitudinarios”.
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