MADRID, 09 (SERVIMEDIA)
El rey Mohammed VI, acompañado por el príncipe heredero Moulay El Hassan, presidió esta tarde en el Palacio Real de Rabat una sesión de trabajo dedicada a examinar la situación tras el terremoto que ha provocado pérdidas humanas y materiales en varias regiones de Marruecos. En ella, impartió instrucciones para socorrer a su población y decretó un duelo nacional de tres días, con banderas ondeando a media asta en todos los edificios públicos.
En el encuentro, los funcionarios expusieron los últimos acontecimientos ocurridos en las prefecturas y provincias afectadas, en particular en aquellas que estaban inaccesibles durante la noche y, por tanto, la intervención no pudo ser inmediata.
Para responder al “desastre natural” se adoptaron una serie de medidas de emergencia supervisadas constantemente por el rey.
Según el comunicado del gabinete real, se contó con la intervención de las Fuerzas Armadas Reales (FAR), de las autoridades locales, de las fuerzas del orden y de los equipos de protección civil, así como de los departamentos ministeriales implicados.
El objetivo principal era fortalecer los recursos y equipos para acelerar las operaciones de rescate y evacuación de personas heridas. Pero también se ha procedido al suministro de agua potable a las zonas afectadas; a la distribución de kits de alimentos, tiendas de campaña y mantas en beneficio de las víctimas, y a la rápida reanudación de los servicios públicos.
Para todo ello se han seguido “altas instrucciones” del Rey, que contó con las FAR para desplegar urgentemente importantes recursos humanos y logísticos, aéreos y terrestres, así como módulos de intervención especializados a base de equipos de búsqueda y rescate y un hospital médico-quirúrgico de campaña.
COMISIÓN INTERMINISTERIAL
En este contexto, Mohammed VI pidió continuar rápidamente con las acciones de socorro llevadas a cabo sobre el terreno. Para ello, solicitó “la creación inmediata de una comisión interministerial encargada de implementar un programa de rehabilitación de emergencia y asistencia para la reconstrucción de viviendas destruidas en las zonas de desastre”.
También demandó que se le preste “atención a personas en situación de necesidad, especialmente a huérfanos, personas vulnerables y a todas aquellas que se encuentran sin hogar a causa del terremoto”.
Además, el Rey animó “a los operadores económicos” a contribuir, con vistas a una rápida reanudación de las actividades en las zonas afectadas.
Por último, abogó por “la apertura de una cuenta especial en el Tesoro y en el Banco Al Maghrib, con el fin de recibir contribuciones voluntarias de solidaridad de ciudadanos y organizaciones públicas y privadas”. Y anunció ” la plena movilización de la Fundación Mohammed V para la Solidaridad”.
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